Regálame la lluvia que me riegue los caminos cuando partas lejos de mi vida, regálame el secreto que me ensañe a no morirme cuando sienta que ya no seas mía, y lévatelo todo… de mi equipaje lleva el alma y el recuerdo de esta vida que hoy termina, y enséñame a sacarte de mi mundo, de mi mente, de mis labios, de mi suerte y de mi biblia…

Y entonces jurare que no me amaste, aunque pude beber de tu inocencia, que la primera ves querías brindarte y te entregaste en cuerpo sin conciencia, y yo suplicare por el olvido y no renegare de mi condena si han condenado una ves al mismo cristo y no quiso salvar su vida buena… y yo no quise salvarme de tus ojos aunque hundiera mi destino…

No quise negarme al brillo de tus noches aunque cayera mi estrella… hoy condenas a mi alma penumbras y al silencio de este olvido... sin decirme en donde encuentro la esperanza de este infierno en que hoy me dejas…
Entonces jura ya que no me amaste, aunque pude beber de tu inocencia, que la primera ves querías brindarte y te entregaste en cuerpo sin conciencia

Regálame el refugio de este frió que congela los suspiros que guarde en el alma, y bendíceme el alma, esta poca que me queda por que mi orgullo se quedo sin calma, y mi calma te llevas, y esa lagrima en tus ojos simplemente me confunde mas la vida, que hago pa’no morirme cuando sienta que el orgullo de tus manos me brindo la despedida…

Y yo que había jurado que eras mía, por que pude arrancarte la inocencia, encuentro que tu alma esta vacía y en un adiós la vida me condena, hoy queda de este tonto que te ha amado, un llanto que en el tiempo será eterno, con las dueñas de mi mejor pecado si es que era mi pecado ser tu dueño… y yo no quise librarme del pecado de tenerte aquí… conmigo…

En mi mundo simplemente ya era justo que tu amor apareciera…
Y entonces jura ya que no me amaste, aunque pude arrancarte la inocencia, que la primera ves querías brindarte y te entregaste en cuerpo sin conciencia y yo suplicare por el olvido y no renegare de mi condena.

Regálame la lluvia que me riegue los caminos cuando partas lejos de mi vida, regálame el secreto que me ensañe a no morirme cuando sienta que ya no seas mía, y lévatelo todo… de mi equipaje lleva el alma y el recuerdo de esta vida que hoy termina, y enséñame a sacarte de mi mundo, de mi mente, de mis labios, de mi suerte y de mi biblia…

Y entonces jurare que no me amaste, aunque pude beber de tu inocencia, que la primera ves querías brindarte y te entregaste en cuerpo sin conciencia, y yo suplicare por el olvido y no renegare de mi condena si han condenado una ves al mismo cristo y no quiso salvar su vida buena… y yo no quise salvarme de tus ojos aunque hundiera mi destino…

No quise negarme al brillo de tus noches aunque cayera mi estrella… hoy condenas a mi alma penumbras y al silencio de este olvido... sin decirme en donde encuentro la esperanza de este infierno en que hoy me dejas…
Entonces jura ya que no me amaste, aunque pude beber de tu inocencia, que la primera ves querías brindarte y te entregaste en cuerpo sin conciencia

Regálame el refugio de este frió que congela los suspiros que guarde en el alma, y bendíceme el alma, esta poca que me queda por que mi orgullo se quedo sin calma, y mi calma te llevas, y esa lagrima en tus ojos simplemente me confunde mas la vida, que hago pa’no morirme cuando sienta que el orgullo de tus manos me brindo la despedida…

Y yo que había jurado que eras mía, por que pude arrancarte la inocencia, encuentro que tu alma esta vacía y en un adiós la vida me condena, hoy queda de este tonto que te ha amado, un llanto que en el tiempo será eterno, con las dueñas de mi mejor pecado si es que era mi pecado ser tu dueño… y yo no quise librarme del pecado de tenerte aquí… conmigo…

En mi mundo simplemente ya era justo que tu amor apareciera…
Y entonces jura ya que no me amaste, aunque pude arrancarte la inocencia, que la primera ves querías brindarte y te entregaste en cuerpo sin conciencia y yo suplicare por el olvido y no renegare de mi condena.

Regálame la lluvia que me riegue los caminos cuando partas lejos de mi vida, regálame el secreto que me ensañe a no morirme cuando sienta que ya no seas mía, y lévatelo todo… de mi equipaje lleva el alma y el recuerdo de esta vida que hoy termina, y enséñame a sacarte de mi mundo, de mi mente, de mis labios, de mi suerte y de mi biblia…

Y entonces jurare que no me amaste, aunque pude beber de tu inocencia, que la primera ves querías brindarte y te entregaste en cuerpo sin conciencia, y yo suplicare por el olvido y no renegare de mi condena si han condenado una ves al mismo cristo y no quiso salvar su vida buena… y yo no quise salvarme de tus ojos aunque hundiera mi destino…

No quise negarme al brillo de tus noches aunque cayera mi estrella… hoy condenas a mi alma penumbras y al silencio de este olvido... sin decirme en donde encuentro la esperanza de este infierno en que hoy me dejas…
Entonces jura ya que no me amaste, aunque pude beber de tu inocencia, que la primera ves querías brindarte y te entregaste en cuerpo sin conciencia

Regálame el refugio de este frió que congela los suspiros que guarde en el alma, y bendíceme el alma, esta poca que me queda por que mi orgullo se quedo sin calma, y mi calma te llevas, y esa lagrima en tus ojos simplemente me confunde mas la vida, que hago pa’no morirme cuando sienta que el orgullo de tus manos me brindo la despedida…

Y yo que había jurado que eras mía, por que pude arrancarte la inocencia, encuentro que tu alma esta vacía y en un adiós la vida me condena, hoy queda de este tonto que te ha amado, un llanto que en el tiempo será eterno, con las dueñas de mi mejor pecado si es que era mi pecado ser tu dueño… y yo no quise librarme del pecado de tenerte aquí… conmigo…

En mi mundo simplemente ya era justo que tu amor apareciera…
Y entonces jura ya que no me amaste, aunque pude arrancarte la inocencia, que la primera ves querías brindarte y te entregaste en cuerpo sin conciencia y yo suplicare por el olvido y no renegare de mi condena.