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Volver'Confidencias': abrió las puertas al 'Vallenato Romántico'
Fuente: ElPilon.com.co | Fecha: 2013-02-18 | Visitas: 3370

Por: Marvin Cuel Baute
“Gustavo Gutiérrez canta, en Valledupar, cuando sale el sol
nada compara ese encanto, solo tu mirar, divino mi amor.
Si pudiera volver al pasado, en confidencias, disfrutaría,
de tus besos con mayor encanto y en confidencias te pediría:
bésame todos los días, hasta la hora de la muerte
y más allá de la muerte, no me olvides vida mía”.
Estas son las inmortales letras del primer verso de la canción ‘Confidencias’ que da inicio al ‘Vallenato Romántico’ de Gustavo Gutiérrez Cabello: ‘El Poeta’, que será homenajeado con suficientes méritos en la 46 Versión del Festival Vallenato, que se celebra en Valledupar a finales de abril, sagradamente todos los años.
El amor: la expresión más bella que existe en el universo, hizo el milagro. Se inspiró en la mujer que lo enamoró con sus miradas, lo enloqueció con sus besos y en complicidad con su encanto, logró que en ‘Confidencias’, su primera canción, le manifestara secretamente su amor eterno y sin medir distancias lo hizo compositor.
Con su humildad, sencillez y ternura, irrumpe en el mundo vallenato con ‘una propuesta diferente’ al vallenato costumbrista de: Rafael Escalona, Leandro Díaz, Tobías Enrique Pumarejo y otros compositores, que parieron la música Vallenata. Se atrevió a dejar las notas de las primeras acordeones de botones marca: HONNER que llegaron de Alemania, a las costas del mar Caribe por accidente y se dejaron acariciar por las manos de guajiros, cesarenses, bolivarenses, cordobeses, sincelejanos, magdalenenses y atlanticenses.
‘La Espina’ y ‘Suspiros del Alma’, fueron la segunda y tercera canción que compuso ‘El flaco de Oro’, inspiradas al primer amor de su vida, en el mes de septiembre de 1963. Atraído por el sonido armonioso del acordeón de teclas, acordeón piano o concertina, marca: Paolo Soprani de origen italiano; se atrevió a cambiar las notas costumbristas, del acordeón de botones, por las notas románticas del acordeón de teclas, en sus aires vallenatos, hechos con el corazón y el alma. Sus canciones son ‘poesías cantadas’.
También tocaba las cuerdas de su guitarra española, marca: Salvador Ibáñez, compañera de su inspiración, adquirida por su papá, en la tienda La Esperanza, del señor Don Jacob Luque, ubicada en el centro histórico de Valledupar. Recuerdo que sus manos se paseaban por sus dos instrumentos compañeros inseparables de su andar: la guitarra y el acordeón piano, que hoy reposan incrustados en un muro de piedras en su residencia en Valledupar, marca Bucilcchio, también italiana, “Allí la tengo incrustada porque es bastante pesada y a mis años, me cansa; ahora la cambié por un teclado portátil y un computador que me da los sonidos del acordeón, es entrar en la nueva tecnología, pero sin perder la esencia del vallenato”, dice, cuando muestra su rinconcito adornado con un chinchorro de múltiples colores, en un ambiente cálido y acogedor; Le llueven las llamadas para contratarlo, ya que su voz educada en el canto, no solo de vallenatos, porque las rancheras y boleros son también parte de su repertorio a un público que lo aclama y guarda silencio cuando su voz irrumpe el silencio de una noche romántica.
Hoy su vida gira recogiendo los frutos de un sembrado de años de canciones, vivencias, parrandas y amoríos. Sigue componiendo en las sombras de su pasado macondiano y que con su voz melodiosa embruja a cualquier auditorio de oídos exigentes. Buen amigo, hijo, padre y esposo, que a pesar que manifestaba que su esposa era su música, una hermosa mujer lo convenció y se casó; convirtiendo su nueva vida en una ‘Entrega total’, canción ranchera cantada por Javier Solís; pero teniendo a su música como segunda esposa, que no la deja por nada del mundo.
Le aprendí mucho de su vida de costumbres sanas y vida práctica, su padre Evaristo y su madre Teotiste (fallecidos), me dejaban pasar hasta su alcoba y abría su baúl antiguo, donde guardaba su ropa y sus canciones. Mi afición era oírlo tocar y cantar, porque sus notas y su canto, me trasportaban a un mundo de sentimientos, romanticismo y melancolía. Hoy me lleno de orgullo de tenerlo como compadre al bautizarle a Enrique José (“Quique”) quien ejecuta el piano, la guitarra y el acordeón con destreza, sin duda va a ser su sucesor. La Dinastía Gutiérrez va creciendo, su padre y abuelo tocaban también el acordeón, el piano y el violín.
Con Gustavo José, Jaime Daniel y Evaristo Raúl, conforman los cuatro hijos del compositor del vallenato romántico. Más de cien canciones demuestran su talento innato de crear y plasmar en una canción: lo vivido, en música y poesía. Se siente complacido y le da gracias a Dios, por ese don de hacer canciones que brotan del alma y corazón, que contribuyen al engrandecimiento de nuestro folclor. Su homenaje es importante en la música Vallenata porque es revivir sus canciones, es reencontrarse con su vida entregada al vallenato, plasmada en los álbumes de los mejores intérpretes de nuestro folclor.
Todas sus canciones han sido exitosas, ostentando ser ganador en dos ocasiones de la canción inédita, concurso que se realiza en el marco del Festival Vallenato, con ‘Rumores de viejas voces’ y ‘Paisaje del Sol’. Gustavo Gutiérrez: del vallenato costumbrita al vallenato romántico, del acordeón de botón, al acordeón de teclas, y ‘Confidencias’ canción que abrió las puertas al ‘Vallenato Romántico’.
Arq. Marvin Cuel Baute, escritor, jurado del Festival Vallenato, compositor, investigador, coleccionista e intérprete del Vallenato.
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'Confidencias': abrió las puertas al 'Vallenato Romántico'
Fuente: ElPilon.com.co | Fecha: 2013-02-18 | Visitas: 3370

Por: Marvin Cuel Baute
“Gustavo Gutiérrez canta, en Valledupar, cuando sale el sol
nada compara ese encanto, solo tu mirar, divino mi amor.
Si pudiera volver al pasado, en confidencias, disfrutaría,
de tus besos con mayor encanto y en confidencias te pediría:
bésame todos los días, hasta la hora de la muerte
y más allá de la muerte, no me olvides vida mía”.
Estas son las inmortales letras del primer verso de la canción ‘Confidencias’ que da inicio al ‘Vallenato Romántico’ de Gustavo Gutiérrez Cabello: ‘El Poeta’, que será homenajeado con suficientes méritos en la 46 Versión del Festival Vallenato, que se celebra en Valledupar a finales de abril, sagradamente todos los años.
El amor: la expresión más bella que existe en el universo, hizo el milagro. Se inspiró en la mujer que lo enamoró con sus miradas, lo enloqueció con sus besos y en complicidad con su encanto, logró que en ‘Confidencias’, su primera canción, le manifestara secretamente su amor eterno y sin medir distancias lo hizo compositor.
Con su humildad, sencillez y ternura, irrumpe en el mundo vallenato con ‘una propuesta diferente’ al vallenato costumbrista de: Rafael Escalona, Leandro Díaz, Tobías Enrique Pumarejo y otros compositores, que parieron la música Vallenata. Se atrevió a dejar las notas de las primeras acordeones de botones marca: HONNER que llegaron de Alemania, a las costas del mar Caribe por accidente y se dejaron acariciar por las manos de guajiros, cesarenses, bolivarenses, cordobeses, sincelejanos, magdalenenses y atlanticenses.
‘La Espina’ y ‘Suspiros del Alma’, fueron la segunda y tercera canción que compuso ‘El flaco de Oro’, inspiradas al primer amor de su vida, en el mes de septiembre de 1963. Atraído por el sonido armonioso del acordeón de teclas, acordeón piano o concertina, marca: Paolo Soprani de origen italiano; se atrevió a cambiar las notas costumbristas, del acordeón de botones, por las notas románticas del acordeón de teclas, en sus aires vallenatos, hechos con el corazón y el alma. Sus canciones son ‘poesías cantadas’.
También tocaba las cuerdas de su guitarra española, marca: Salvador Ibáñez, compañera de su inspiración, adquirida por su papá, en la tienda La Esperanza, del señor Don Jacob Luque, ubicada en el centro histórico de Valledupar. Recuerdo que sus manos se paseaban por sus dos instrumentos compañeros inseparables de su andar: la guitarra y el acordeón piano, que hoy reposan incrustados en un muro de piedras en su residencia en Valledupar, marca Bucilcchio, también italiana, “Allí la tengo incrustada porque es bastante pesada y a mis años, me cansa; ahora la cambié por un teclado portátil y un computador que me da los sonidos del acordeón, es entrar en la nueva tecnología, pero sin perder la esencia del vallenato”, dice, cuando muestra su rinconcito adornado con un chinchorro de múltiples colores, en un ambiente cálido y acogedor; Le llueven las llamadas para contratarlo, ya que su voz educada en el canto, no solo de vallenatos, porque las rancheras y boleros son también parte de su repertorio a un público que lo aclama y guarda silencio cuando su voz irrumpe el silencio de una noche romántica.
Hoy su vida gira recogiendo los frutos de un sembrado de años de canciones, vivencias, parrandas y amoríos. Sigue componiendo en las sombras de su pasado macondiano y que con su voz melodiosa embruja a cualquier auditorio de oídos exigentes. Buen amigo, hijo, padre y esposo, que a pesar que manifestaba que su esposa era su música, una hermosa mujer lo convenció y se casó; convirtiendo su nueva vida en una ‘Entrega total’, canción ranchera cantada por Javier Solís; pero teniendo a su música como segunda esposa, que no la deja por nada del mundo.
Le aprendí mucho de su vida de costumbres sanas y vida práctica, su padre Evaristo y su madre Teotiste (fallecidos), me dejaban pasar hasta su alcoba y abría su baúl antiguo, donde guardaba su ropa y sus canciones. Mi afición era oírlo tocar y cantar, porque sus notas y su canto, me trasportaban a un mundo de sentimientos, romanticismo y melancolía. Hoy me lleno de orgullo de tenerlo como compadre al bautizarle a Enrique José (“Quique”) quien ejecuta el piano, la guitarra y el acordeón con destreza, sin duda va a ser su sucesor. La Dinastía Gutiérrez va creciendo, su padre y abuelo tocaban también el acordeón, el piano y el violín.
Con Gustavo José, Jaime Daniel y Evaristo Raúl, conforman los cuatro hijos del compositor del vallenato romántico. Más de cien canciones demuestran su talento innato de crear y plasmar en una canción: lo vivido, en música y poesía. Se siente complacido y le da gracias a Dios, por ese don de hacer canciones que brotan del alma y corazón, que contribuyen al engrandecimiento de nuestro folclor. Su homenaje es importante en la música Vallenata porque es revivir sus canciones, es reencontrarse con su vida entregada al vallenato, plasmada en los álbumes de los mejores intérpretes de nuestro folclor.
Todas sus canciones han sido exitosas, ostentando ser ganador en dos ocasiones de la canción inédita, concurso que se realiza en el marco del Festival Vallenato, con ‘Rumores de viejas voces’ y ‘Paisaje del Sol’. Gustavo Gutiérrez: del vallenato costumbrita al vallenato romántico, del acordeón de botón, al acordeón de teclas, y ‘Confidencias’ canción que abrió las puertas al ‘Vallenato Romántico’.
Arq. Marvin Cuel Baute, escritor, jurado del Festival Vallenato, compositor, investigador, coleccionista e intérprete del Vallenato.
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'Confidencias': abrió las puertas al 'Vallenato Romántico'
Fuente: ElPilon.com.co | Fecha: 2013-02-18 | Visitas: 3370

Por: Marvin Cuel Baute
“Gustavo Gutiérrez canta, en Valledupar, cuando sale el sol
nada compara ese encanto, solo tu mirar, divino mi amor.
Si pudiera volver al pasado, en confidencias, disfrutaría,
de tus besos con mayor encanto y en confidencias te pediría:
bésame todos los días, hasta la hora de la muerte
y más allá de la muerte, no me olvides vida mía”.
Estas son las inmortales letras del primer verso de la canción ‘Confidencias’ que da inicio al ‘Vallenato Romántico’ de Gustavo Gutiérrez Cabello: ‘El Poeta’, que será homenajeado con suficientes méritos en la 46 Versión del Festival Vallenato, que se celebra en Valledupar a finales de abril, sagradamente todos los años.
El amor: la expresión más bella que existe en el universo, hizo el milagro. Se inspiró en la mujer que lo enamoró con sus miradas, lo enloqueció con sus besos y en complicidad con su encanto, logró que en ‘Confidencias’, su primera canción, le manifestara secretamente su amor eterno y sin medir distancias lo hizo compositor.
Con su humildad, sencillez y ternura, irrumpe en el mundo vallenato con ‘una propuesta diferente’ al vallenato costumbrista de: Rafael Escalona, Leandro Díaz, Tobías Enrique Pumarejo y otros compositores, que parieron la música Vallenata. Se atrevió a dejar las notas de las primeras acordeones de botones marca: HONNER que llegaron de Alemania, a las costas del mar Caribe por accidente y se dejaron acariciar por las manos de guajiros, cesarenses, bolivarenses, cordobeses, sincelejanos, magdalenenses y atlanticenses.
‘La Espina’ y ‘Suspiros del Alma’, fueron la segunda y tercera canción que compuso ‘El flaco de Oro’, inspiradas al primer amor de su vida, en el mes de septiembre de 1963. Atraído por el sonido armonioso del acordeón de teclas, acordeón piano o concertina, marca: Paolo Soprani de origen italiano; se atrevió a cambiar las notas costumbristas, del acordeón de botones, por las notas románticas del acordeón de teclas, en sus aires vallenatos, hechos con el corazón y el alma. Sus canciones son ‘poesías cantadas’.
También tocaba las cuerdas de su guitarra española, marca: Salvador Ibáñez, compañera de su inspiración, adquirida por su papá, en la tienda La Esperanza, del señor Don Jacob Luque, ubicada en el centro histórico de Valledupar. Recuerdo que sus manos se paseaban por sus dos instrumentos compañeros inseparables de su andar: la guitarra y el acordeón piano, que hoy reposan incrustados en un muro de piedras en su residencia en Valledupar, marca Bucilcchio, también italiana, “Allí la tengo incrustada porque es bastante pesada y a mis años, me cansa; ahora la cambié por un teclado portátil y un computador que me da los sonidos del acordeón, es entrar en la nueva tecnología, pero sin perder la esencia del vallenato”, dice, cuando muestra su rinconcito adornado con un chinchorro de múltiples colores, en un ambiente cálido y acogedor; Le llueven las llamadas para contratarlo, ya que su voz educada en el canto, no solo de vallenatos, porque las rancheras y boleros son también parte de su repertorio a un público que lo aclama y guarda silencio cuando su voz irrumpe el silencio de una noche romántica.
Hoy su vida gira recogiendo los frutos de un sembrado de años de canciones, vivencias, parrandas y amoríos. Sigue componiendo en las sombras de su pasado macondiano y que con su voz melodiosa embruja a cualquier auditorio de oídos exigentes. Buen amigo, hijo, padre y esposo, que a pesar que manifestaba que su esposa era su música, una hermosa mujer lo convenció y se casó; convirtiendo su nueva vida en una ‘Entrega total’, canción ranchera cantada por Javier Solís; pero teniendo a su música como segunda esposa, que no la deja por nada del mundo.
Le aprendí mucho de su vida de costumbres sanas y vida práctica, su padre Evaristo y su madre Teotiste (fallecidos), me dejaban pasar hasta su alcoba y abría su baúl antiguo, donde guardaba su ropa y sus canciones. Mi afición era oírlo tocar y cantar, porque sus notas y su canto, me trasportaban a un mundo de sentimientos, romanticismo y melancolía. Hoy me lleno de orgullo de tenerlo como compadre al bautizarle a Enrique José (“Quique”) quien ejecuta el piano, la guitarra y el acordeón con destreza, sin duda va a ser su sucesor. La Dinastía Gutiérrez va creciendo, su padre y abuelo tocaban también el acordeón, el piano y el violín.
Con Gustavo José, Jaime Daniel y Evaristo Raúl, conforman los cuatro hijos del compositor del vallenato romántico. Más de cien canciones demuestran su talento innato de crear y plasmar en una canción: lo vivido, en música y poesía. Se siente complacido y le da gracias a Dios, por ese don de hacer canciones que brotan del alma y corazón, que contribuyen al engrandecimiento de nuestro folclor. Su homenaje es importante en la música Vallenata porque es revivir sus canciones, es reencontrarse con su vida entregada al vallenato, plasmada en los álbumes de los mejores intérpretes de nuestro folclor.
Todas sus canciones han sido exitosas, ostentando ser ganador en dos ocasiones de la canción inédita, concurso que se realiza en el marco del Festival Vallenato, con ‘Rumores de viejas voces’ y ‘Paisaje del Sol’. Gustavo Gutiérrez: del vallenato costumbrita al vallenato romántico, del acordeón de botón, al acordeón de teclas, y ‘Confidencias’ canción que abrió las puertas al ‘Vallenato Romántico’.
Arq. Marvin Cuel Baute, escritor, jurado del Festival Vallenato, compositor, investigador, coleccionista e intérprete del Vallenato.