Por talento, voz, carisma y mucho más, estos dos cantantes podrían ser en un futuro, los nuevos juglares vallenatos; pero eso exige compromiso y mucho; pero mucho sacrificio.

Compromiso si toman el folclor con mas seriedad y responden mas allá de la expectativa generada por ellos mismos alrededor de sus pasajeras fanaticadas que crece cada día más y, que si hiciéramos un análisis, se puede decir, que se están quedando pequeños ante la inmensa mayoría de seguidores que aglutinan día tras días.

Llegar a ser considerado un "inmortal" en el difícil mundo vallenato, exige más compromiso que entusiasmo. En este instante, el entusiasmo de ellos es grande, sus cantos alegres se meten en el corazón de seguidores y seguidoras, hasta el punto de polarizar estas dos vertientes nuevas dentro del folclor, tanto que ya hay quienes se definen peteristas y silvestristas, y cuya cima del éxito les "coquetea" pasajeramente sin que ellos aún puedan consolidarse en el pedestal que solo ocupan los más grandes que ha tenido nuestra música vallenata. El éxito cosechado por Jorge Oñate, Tomàs Alfonso Zuleta, Beto Zabaleta y Diomedes Díaz, obedece más que a una trayectoria al arduo compromiso de estos últimos por mantener vivas las raíces que dieron origen al más bello y representativo folclor de Colombia, como es el vallenato.

Jorge Oñate, poncho Zuleta, Beto Zabaleta y Diomedes Díaz, ya construyeron lo que tenían que construir, ahorraron por más de treinta años musicalmente - por llamarlo de alguna manera -. Hoy, por lo difícil que es incursionar musicalmente en la radio por la corrupción, la payola o vacuna musical, se puede decir que estos cuatro cantantes cuentan con mercado y fanaticada propia, y aunque haya una oleada juvenil seguidora de los nuevos exponentes del vallenato que irrespetuosamente manifiestan que estos cuatro juglares pasaron a la historia, hay algo que tendrán que reconocer, y es que no es pecaminoso vivir de los ahorros y hoy por hoy, ellos viven de lo que ahorraron durante treinta años de carrera artística.

A veces se critica que Diomedes Díaz, canta por todas partes el mismo repertorio de todos los años; pero es que precisamente este juglar como los otros, tiene éxitos inmortalizados, y ante esa realidad, dos o tres tandas de música no es suficiente para incluir en el repertorio temas nuevos sin que la gente se emocione y exija escuchar MI PRIMERA CANA, AMARTE MAS NO PUDE, GITANA, RINA, MI HERMANO Y YO, QUE TIENES QUE ME VUELVES LOCO, LA GEMELA, LA REINA, LOS AMANECERES DEL VALLE, MI MUCHACHO, LA CHAMBACULERA, LA PLATA, EL VIEJO MIGUEL y tantos otros éxitos que estos cuatro juglares de tantos temas inmortales, a quienes su fanaticada no les perdona que en una caseta los llenen de temas nuevos para dejar a un lado, los temas que los convirtió en los cuatro cantantes más sólidos de nuestro folclor. Claro que no faltará quien al leer este artículo proponga equidad entre lo nuevo y lo viejo, el problema es que después de "prendido" quien se acuerda de temas que no son inmortales, de esos que nos hacen gastar los ahorros.

Otras carreras exitosas menos consolidadas pero que igual que los anteriores ya hicieron lo suyo, es lo construido por Iván Villazòn, Farid Ortìz, Oto Serge, Silvio Brito, Los Emabajadores, Los Diablitos (hasta Alex Manga), Miguel Morales, Daniel Celedòn, que son una generación intermedia que de una u otra manera, derivaron de los anteriores.

Después de la muerte de un grande, quizás el más grande exponente del género romántico del folclor vallenato RAFAEL OROZCO, solo Miguel Morales, Jorge Celedòn y Los Diablitos (hasta Alex Manga), incluyendo a Jesùs Manuel Estrada, tuvieron cabida y aceptación con fanaticada propia.

Nelson Velásquez, con LOS INQUIETOS, intentó con una buena propuesta calarse un buen lugar dentro del folclor vallenato. No se puede negar que en 1.995 cuando se lanzó al acetato con el tema VOLVER, se llegó a pensar que con su estilo romántico, tendríamos a un buen alumno del desaparecido RAFAEL OROZCO, y que tendríamos a un gran exponente de la música del Valle del Cacique Upar; pero su estilo fue fluctuante, no consolidó un estilo, y por tanto esa misma fanaticada que lo aclamó tanto hasta el punto de casi convertir a LOS INQUIETOS en los número uno de Colombia, se fue disolviendo y regresando algunos a sus antiguos ídolos y otros se fueron a engrosar las filas de lo que hoy conocemos como NUEVA OLA.

Sin temor a equivocarnos, podríamos decir que los mejores alumnos "egresados" de una escuela o estilo impuesto por Ivan Villazòn, serían Peter Manjarrez y Silvestre Dangond, con un estilo más juvenil que ha logrado acapara la más amplia nueva generación de seguidores de la música vallanata. Yo pienso que de seguir como van, se puede para desgracia de nuestra música, repetir la historia de LOS INQUIETOS, LOS GIGANTES, LUIS MATEUS, JORGE CELEDON, entre otros que subieron y bajaron como espuma.

No se puede esconder el buen momento de Silvestre y Peter, para bien del folclor vallenato; pero. Se repetirá la historia del vallenato romántico? Volverá el fantasma ese que sube y baja a los artistas?

El otro ingrediente necesario para que estos dos neófitos grandes del folclor hagan parte de la historia juglàrica del folclor vallenato, es el sacrificio, y para ello, se necesita mucho desprendimiento de lo que ya tienen; pero quizás eso es lo más difícil de hacer, porque de una u otra forma ya tienen un publico conquistado con sus estilos musicales; pero es incierto y utópico saber cuanto va a durar ese romance nueva ola - seguidores.

Es obvio que tanto Peter como Silvestre, han hecho éxitos radiales como La Colegiala, Amor de mi sabana, Imbatible; pero esos éxitos radiales que se disparan durante dos meses, pasan de moda en un momentito, hasta el punto que sus más fervientes seguidores, los olvidan y terminan nuevamente evocando los temas viejitos clásicos impuestos por los llamados juglares de nuestro folclor.
Los temas se inmortalizan en una parranda cuando su contenido penetra lo más profundo del sentimiento del oyente, y esto sucede, cuando se le canta a la provincia, al estilo de vida del hombre caribeño, a sus viejos, a su hijo, a la mamà, a su hermano, al amigo, a la pobreza y en ultimas, cuando el mensaje no cae en la monotonía de los demás temas y por lo contrario, se encuentra en sus contenidos, frases y palabras distintas que hacen que el tema se diferencie de los demás y sea único en su género, de ahí que algunos de los más inmortales son ALICIA ADORADA, MI MUCHACHO, TUS CUMPLEAÑOS, MI HERMANO Y YO, VENCEREMOS, ME VIERON LLORANDO, ROSA JARDINERA, MI NOVIA Y MI PUEBLO, DESENLACE entre otros.

A parte de lo anterior, tendríamos que sumar un ingrediente más y es la voz, talento y carisma, creemos que eso tanto Peter como Silvestre, lo tienen, entonces, surge otra pregunta. Si no son ellos, entonces quien? No vemos alrededor con mucho respeto a grandes cantantes nuevos como Pello Osorio, Penchy Castro, a los que puedan llegado el caso, seguir agitando las banderas de nuestro folclor ante la "desaparición" por los años de los actuales juglares que se mantienen con vida artística a pesar de más de treinta años de trayectoria.

Si Peter y Silvestre, mezclan estos ingredientes ya expuestos y bajándose un poco del falso pedestal en que se sienten, tengamos seguridad plena que veremos en ellos, a dos figuras inmortales de nuestra música vallenata, sumando además, canciones del folclor con énfasis en los juglares, costumbres, sin dejar a un lado lo comercial, tratando de vez en cuando, de introducir una puya, un merengue ò un son; pero esto es un concepto que se puede catalogar como un grano de arena en un desierto y no es de obligatorio cumplimiento y aplicación; pues, que sigan en su roll y es posible que en tres o cuatro años, otros sean las nuevas figuras de La Nueva Ola y los ya consolidados juglares, tendrán que seguir cantando treinta años más ante la ausencia de nuevos liderazgos que se consoliden para futuro.

NOTA. De RAFAEL OROZCO, no hicimos casi mención porque este gran cantante se nos fue en el mejor momento de su carrera. A pello Osorio, Penchy Castro, lo tenemos en otro sitial y cuyas carreras muy de bajo perfil y sin tanto alarde, es posible que se mantengan vivos por muchos años.

Éxitos a todos los nuevos exponentes de la música vallenata porque los ya consolidados ya están hechos.

Por talento, voz, carisma y mucho más, estos dos cantantes podrían ser en un futuro, los nuevos juglares vallenatos; pero eso exige compromiso y mucho; pero mucho sacrificio.

Compromiso si toman el folclor con mas seriedad y responden mas allá de la expectativa generada por ellos mismos alrededor de sus pasajeras fanaticadas que crece cada día más y, que si hiciéramos un análisis, se puede decir, que se están quedando pequeños ante la inmensa mayoría de seguidores que aglutinan día tras días.

Llegar a ser considerado un "inmortal" en el difícil mundo vallenato, exige más compromiso que entusiasmo. En este instante, el entusiasmo de ellos es grande, sus cantos alegres se meten en el corazón de seguidores y seguidoras, hasta el punto de polarizar estas dos vertientes nuevas dentro del folclor, tanto que ya hay quienes se definen peteristas y silvestristas, y cuya cima del éxito les "coquetea" pasajeramente sin que ellos aún puedan consolidarse en el pedestal que solo ocupan los más grandes que ha tenido nuestra música vallenata. El éxito cosechado por Jorge Oñate, Tomàs Alfonso Zuleta, Beto Zabaleta y Diomedes Díaz, obedece más que a una trayectoria al arduo compromiso de estos últimos por mantener vivas las raíces que dieron origen al más bello y representativo folclor de Colombia, como es el vallenato.

Jorge Oñate, poncho Zuleta, Beto Zabaleta y Diomedes Díaz, ya construyeron lo que tenían que construir, ahorraron por más de treinta años musicalmente - por llamarlo de alguna manera -. Hoy, por lo difícil que es incursionar musicalmente en la radio por la corrupción, la payola o vacuna musical, se puede decir que estos cuatro cantantes cuentan con mercado y fanaticada propia, y aunque haya una oleada juvenil seguidora de los nuevos exponentes del vallenato que irrespetuosamente manifiestan que estos cuatro juglares pasaron a la historia, hay algo que tendrán que reconocer, y es que no es pecaminoso vivir de los ahorros y hoy por hoy, ellos viven de lo que ahorraron durante treinta años de carrera artística.

A veces se critica que Diomedes Díaz, canta por todas partes el mismo repertorio de todos los años; pero es que precisamente este juglar como los otros, tiene éxitos inmortalizados, y ante esa realidad, dos o tres tandas de música no es suficiente para incluir en el repertorio temas nuevos sin que la gente se emocione y exija escuchar MI PRIMERA CANA, AMARTE MAS NO PUDE, GITANA, RINA, MI HERMANO Y YO, QUE TIENES QUE ME VUELVES LOCO, LA GEMELA, LA REINA, LOS AMANECERES DEL VALLE, MI MUCHACHO, LA CHAMBACULERA, LA PLATA, EL VIEJO MIGUEL y tantos otros éxitos que estos cuatro juglares de tantos temas inmortales, a quienes su fanaticada no les perdona que en una caseta los llenen de temas nuevos para dejar a un lado, los temas que los convirtió en los cuatro cantantes más sólidos de nuestro folclor. Claro que no faltará quien al leer este artículo proponga equidad entre lo nuevo y lo viejo, el problema es que después de "prendido" quien se acuerda de temas que no son inmortales, de esos que nos hacen gastar los ahorros.

Otras carreras exitosas menos consolidadas pero que igual que los anteriores ya hicieron lo suyo, es lo construido por Iván Villazòn, Farid Ortìz, Oto Serge, Silvio Brito, Los Emabajadores, Los Diablitos (hasta Alex Manga), Miguel Morales, Daniel Celedòn, que son una generación intermedia que de una u otra manera, derivaron de los anteriores.

Después de la muerte de un grande, quizás el más grande exponente del género romántico del folclor vallenato RAFAEL OROZCO, solo Miguel Morales, Jorge Celedòn y Los Diablitos (hasta Alex Manga), incluyendo a Jesùs Manuel Estrada, tuvieron cabida y aceptación con fanaticada propia.

Nelson Velásquez, con LOS INQUIETOS, intentó con una buena propuesta calarse un buen lugar dentro del folclor vallenato. No se puede negar que en 1.995 cuando se lanzó al acetato con el tema VOLVER, se llegó a pensar que con su estilo romántico, tendríamos a un buen alumno del desaparecido RAFAEL OROZCO, y que tendríamos a un gran exponente de la música del Valle del Cacique Upar; pero su estilo fue fluctuante, no consolidó un estilo, y por tanto esa misma fanaticada que lo aclamó tanto hasta el punto de casi convertir a LOS INQUIETOS en los número uno de Colombia, se fue disolviendo y regresando algunos a sus antiguos ídolos y otros se fueron a engrosar las filas de lo que hoy conocemos como NUEVA OLA.

Sin temor a equivocarnos, podríamos decir que los mejores alumnos "egresados" de una escuela o estilo impuesto por Ivan Villazòn, serían Peter Manjarrez y Silvestre Dangond, con un estilo más juvenil que ha logrado acapara la más amplia nueva generación de seguidores de la música vallanata. Yo pienso que de seguir como van, se puede para desgracia de nuestra música, repetir la historia de LOS INQUIETOS, LOS GIGANTES, LUIS MATEUS, JORGE CELEDON, entre otros que subieron y bajaron como espuma.

No se puede esconder el buen momento de Silvestre y Peter, para bien del folclor vallenato; pero. Se repetirá la historia del vallenato romántico? Volverá el fantasma ese que sube y baja a los artistas?

El otro ingrediente necesario para que estos dos neófitos grandes del folclor hagan parte de la historia juglàrica del folclor vallenato, es el sacrificio, y para ello, se necesita mucho desprendimiento de lo que ya tienen; pero quizás eso es lo más difícil de hacer, porque de una u otra forma ya tienen un publico conquistado con sus estilos musicales; pero es incierto y utópico saber cuanto va a durar ese romance nueva ola - seguidores.

Es obvio que tanto Peter como Silvestre, han hecho éxitos radiales como La Colegiala, Amor de mi sabana, Imbatible; pero esos éxitos radiales que se disparan durante dos meses, pasan de moda en un momentito, hasta el punto que sus más fervientes seguidores, los olvidan y terminan nuevamente evocando los temas viejitos clásicos impuestos por los llamados juglares de nuestro folclor.
Los temas se inmortalizan en una parranda cuando su contenido penetra lo más profundo del sentimiento del oyente, y esto sucede, cuando se le canta a la provincia, al estilo de vida del hombre caribeño, a sus viejos, a su hijo, a la mamà, a su hermano, al amigo, a la pobreza y en ultimas, cuando el mensaje no cae en la monotonía de los demás temas y por lo contrario, se encuentra en sus contenidos, frases y palabras distintas que hacen que el tema se diferencie de los demás y sea único en su género, de ahí que algunos de los más inmortales son ALICIA ADORADA, MI MUCHACHO, TUS CUMPLEAÑOS, MI HERMANO Y YO, VENCEREMOS, ME VIERON LLORANDO, ROSA JARDINERA, MI NOVIA Y MI PUEBLO, DESENLACE entre otros.

A parte de lo anterior, tendríamos que sumar un ingrediente más y es la voz, talento y carisma, creemos que eso tanto Peter como Silvestre, lo tienen, entonces, surge otra pregunta. Si no son ellos, entonces quien? No vemos alrededor con mucho respeto a grandes cantantes nuevos como Pello Osorio, Penchy Castro, a los que puedan llegado el caso, seguir agitando las banderas de nuestro folclor ante la "desaparición" por los años de los actuales juglares que se mantienen con vida artística a pesar de más de treinta años de trayectoria.

Si Peter y Silvestre, mezclan estos ingredientes ya expuestos y bajándose un poco del falso pedestal en que se sienten, tengamos seguridad plena que veremos en ellos, a dos figuras inmortales de nuestra música vallenata, sumando además, canciones del folclor con énfasis en los juglares, costumbres, sin dejar a un lado lo comercial, tratando de vez en cuando, de introducir una puya, un merengue ò un son; pero esto es un concepto que se puede catalogar como un grano de arena en un desierto y no es de obligatorio cumplimiento y aplicación; pues, que sigan en su roll y es posible que en tres o cuatro años, otros sean las nuevas figuras de La Nueva Ola y los ya consolidados juglares, tendrán que seguir cantando treinta años más ante la ausencia de nuevos liderazgos que se consoliden para futuro.

NOTA. De RAFAEL OROZCO, no hicimos casi mención porque este gran cantante se nos fue en el mejor momento de su carrera. A pello Osorio, Penchy Castro, lo tenemos en otro sitial y cuyas carreras muy de bajo perfil y sin tanto alarde, es posible que se mantengan vivos por muchos años.

Éxitos a todos los nuevos exponentes de la música vallenata porque los ya consolidados ya están hechos.

Por talento, voz, carisma y mucho más, estos dos cantantes podrían ser en un futuro, los nuevos juglares vallenatos; pero eso exige compromiso y mucho; pero mucho sacrificio.

Compromiso si toman el folclor con mas seriedad y responden mas allá de la expectativa generada por ellos mismos alrededor de sus pasajeras fanaticadas que crece cada día más y, que si hiciéramos un análisis, se puede decir, que se están quedando pequeños ante la inmensa mayoría de seguidores que aglutinan día tras días.

Llegar a ser considerado un "inmortal" en el difícil mundo vallenato, exige más compromiso que entusiasmo. En este instante, el entusiasmo de ellos es grande, sus cantos alegres se meten en el corazón de seguidores y seguidoras, hasta el punto de polarizar estas dos vertientes nuevas dentro del folclor, tanto que ya hay quienes se definen peteristas y silvestristas, y cuya cima del éxito les "coquetea" pasajeramente sin que ellos aún puedan consolidarse en el pedestal que solo ocupan los más grandes que ha tenido nuestra música vallenata. El éxito cosechado por Jorge Oñate, Tomàs Alfonso Zuleta, Beto Zabaleta y Diomedes Díaz, obedece más que a una trayectoria al arduo compromiso de estos últimos por mantener vivas las raíces que dieron origen al más bello y representativo folclor de Colombia, como es el vallenato.

Jorge Oñate, poncho Zuleta, Beto Zabaleta y Diomedes Díaz, ya construyeron lo que tenían que construir, ahorraron por más de treinta años musicalmente - por llamarlo de alguna manera -. Hoy, por lo difícil que es incursionar musicalmente en la radio por la corrupción, la payola o vacuna musical, se puede decir que estos cuatro cantantes cuentan con mercado y fanaticada propia, y aunque haya una oleada juvenil seguidora de los nuevos exponentes del vallenato que irrespetuosamente manifiestan que estos cuatro juglares pasaron a la historia, hay algo que tendrán que reconocer, y es que no es pecaminoso vivir de los ahorros y hoy por hoy, ellos viven de lo que ahorraron durante treinta años de carrera artística.

A veces se critica que Diomedes Díaz, canta por todas partes el mismo repertorio de todos los años; pero es que precisamente este juglar como los otros, tiene éxitos inmortalizados, y ante esa realidad, dos o tres tandas de música no es suficiente para incluir en el repertorio temas nuevos sin que la gente se emocione y exija escuchar MI PRIMERA CANA, AMARTE MAS NO PUDE, GITANA, RINA, MI HERMANO Y YO, QUE TIENES QUE ME VUELVES LOCO, LA GEMELA, LA REINA, LOS AMANECERES DEL VALLE, MI MUCHACHO, LA CHAMBACULERA, LA PLATA, EL VIEJO MIGUEL y tantos otros éxitos que estos cuatro juglares de tantos temas inmortales, a quienes su fanaticada no les perdona que en una caseta los llenen de temas nuevos para dejar a un lado, los temas que los convirtió en los cuatro cantantes más sólidos de nuestro folclor. Claro que no faltará quien al leer este artículo proponga equidad entre lo nuevo y lo viejo, el problema es que después de "prendido" quien se acuerda de temas que no son inmortales, de esos que nos hacen gastar los ahorros.

Otras carreras exitosas menos consolidadas pero que igual que los anteriores ya hicieron lo suyo, es lo construido por Iván Villazòn, Farid Ortìz, Oto Serge, Silvio Brito, Los Emabajadores, Los Diablitos (hasta Alex Manga), Miguel Morales, Daniel Celedòn, que son una generación intermedia que de una u otra manera, derivaron de los anteriores.

Después de la muerte de un grande, quizás el más grande exponente del género romántico del folclor vallenato RAFAEL OROZCO, solo Miguel Morales, Jorge Celedòn y Los Diablitos (hasta Alex Manga), incluyendo a Jesùs Manuel Estrada, tuvieron cabida y aceptación con fanaticada propia.

Nelson Velásquez, con LOS INQUIETOS, intentó con una buena propuesta calarse un buen lugar dentro del folclor vallenato. No se puede negar que en 1.995 cuando se lanzó al acetato con el tema VOLVER, se llegó a pensar que con su estilo romántico, tendríamos a un buen alumno del desaparecido RAFAEL OROZCO, y que tendríamos a un gran exponente de la música del Valle del Cacique Upar; pero su estilo fue fluctuante, no consolidó un estilo, y por tanto esa misma fanaticada que lo aclamó tanto hasta el punto de casi convertir a LOS INQUIETOS en los número uno de Colombia, se fue disolviendo y regresando algunos a sus antiguos ídolos y otros se fueron a engrosar las filas de lo que hoy conocemos como NUEVA OLA.

Sin temor a equivocarnos, podríamos decir que los mejores alumnos "egresados" de una escuela o estilo impuesto por Ivan Villazòn, serían Peter Manjarrez y Silvestre Dangond, con un estilo más juvenil que ha logrado acapara la más amplia nueva generación de seguidores de la música vallanata. Yo pienso que de seguir como van, se puede para desgracia de nuestra música, repetir la historia de LOS INQUIETOS, LOS GIGANTES, LUIS MATEUS, JORGE CELEDON, entre otros que subieron y bajaron como espuma.

No se puede esconder el buen momento de Silvestre y Peter, para bien del folclor vallenato; pero. Se repetirá la historia del vallenato romántico? Volverá el fantasma ese que sube y baja a los artistas?

El otro ingrediente necesario para que estos dos neófitos grandes del folclor hagan parte de la historia juglàrica del folclor vallenato, es el sacrificio, y para ello, se necesita mucho desprendimiento de lo que ya tienen; pero quizás eso es lo más difícil de hacer, porque de una u otra forma ya tienen un publico conquistado con sus estilos musicales; pero es incierto y utópico saber cuanto va a durar ese romance nueva ola - seguidores.

Es obvio que tanto Peter como Silvestre, han hecho éxitos radiales como La Colegiala, Amor de mi sabana, Imbatible; pero esos éxitos radiales que se disparan durante dos meses, pasan de moda en un momentito, hasta el punto que sus más fervientes seguidores, los olvidan y terminan nuevamente evocando los temas viejitos clásicos impuestos por los llamados juglares de nuestro folclor.
Los temas se inmortalizan en una parranda cuando su contenido penetra lo más profundo del sentimiento del oyente, y esto sucede, cuando se le canta a la provincia, al estilo de vida del hombre caribeño, a sus viejos, a su hijo, a la mamà, a su hermano, al amigo, a la pobreza y en ultimas, cuando el mensaje no cae en la monotonía de los demás temas y por lo contrario, se encuentra en sus contenidos, frases y palabras distintas que hacen que el tema se diferencie de los demás y sea único en su género, de ahí que algunos de los más inmortales son ALICIA ADORADA, MI MUCHACHO, TUS CUMPLEAÑOS, MI HERMANO Y YO, VENCEREMOS, ME VIERON LLORANDO, ROSA JARDINERA, MI NOVIA Y MI PUEBLO, DESENLACE entre otros.

A parte de lo anterior, tendríamos que sumar un ingrediente más y es la voz, talento y carisma, creemos que eso tanto Peter como Silvestre, lo tienen, entonces, surge otra pregunta. Si no son ellos, entonces quien? No vemos alrededor con mucho respeto a grandes cantantes nuevos como Pello Osorio, Penchy Castro, a los que puedan llegado el caso, seguir agitando las banderas de nuestro folclor ante la "desaparición" por los años de los actuales juglares que se mantienen con vida artística a pesar de más de treinta años de trayectoria.

Si Peter y Silvestre, mezclan estos ingredientes ya expuestos y bajándose un poco del falso pedestal en que se sienten, tengamos seguridad plena que veremos en ellos, a dos figuras inmortales de nuestra música vallenata, sumando además, canciones del folclor con énfasis en los juglares, costumbres, sin dejar a un lado lo comercial, tratando de vez en cuando, de introducir una puya, un merengue ò un son; pero esto es un concepto que se puede catalogar como un grano de arena en un desierto y no es de obligatorio cumplimiento y aplicación; pues, que sigan en su roll y es posible que en tres o cuatro años, otros sean las nuevas figuras de La Nueva Ola y los ya consolidados juglares, tendrán que seguir cantando treinta años más ante la ausencia de nuevos liderazgos que se consoliden para futuro.

NOTA. De RAFAEL OROZCO, no hicimos casi mención porque este gran cantante se nos fue en el mejor momento de su carrera. A pello Osorio, Penchy Castro, lo tenemos en otro sitial y cuyas carreras muy de bajo perfil y sin tanto alarde, es posible que se mantengan vivos por muchos años.

Éxitos a todos los nuevos exponentes de la música vallenata porque los ya consolidados ya están hechos.