Díaz no llega solo a las entrevistas. Lo acompañan su manager y al menos tres asistentes que, a su espalda, silenciosos, están pendientes, especialmente de calmar su sed y arreglar su peinado. Esto último para que ningún fotógrafo lo coja descompuesto. Viste de bluyín, zapatos deportivos y camiseta. Dice que prefiere la sencillez a la "sofisticación del estrellato" y que tanto acompañante se debe a la "nueva asesoría" con la que retoma su carrera en la música después de su salida de la cárcel, el año pasado.

Vuelve con una gira de conciertos. Diomedes conoce su poder de convocatoria. Piensa llenar El Campín, el próximo 4 de marzo. Su acordeonero, Franco Argüelles, está al frente de la producción. "Será un concierto a la carta -dice Diomedes-, cantaré lo que el público pida y si me piden que repita canciones, las repito. Cantaré Perdón, una canción mía que saldrá en el próximo CD".

¿Por qué pide perdón en esa canción?

"Me he dado cuenta de que por donde iba no era. No me favoreció la asesoría que tuve. En este momento no ando volteando hacia atrás para buscar heridas. Por el contrario, como Roberto Carlos, ando buscando cada día más amigos, hasta llegar al millón, para saludarlos diariamente. Pero, vi que cosas de las que antes sucedieron no eran correctas". No aclara si se refiere a los vicios, a los excesos que pudo ocasionar la fama o a los hechos que rodearon la muerte de Doris Adriana Niño, que lo llevaron a la cárcel. En esos puntos, Diomedes no es más específico. Plata para las medicinas

"Si la vida fuera estable todo el tiempo, yo no bebería ni me gastaría la plata", dice una de las canciones que interpreta. Es de Calixto Ochoa pero se acomodó tanto a su estilo que parece parte de su pensamiento.

"La plata hay que darla un poquito. Ahora pienso que hay que guardar más, por si uno se enferma. Mi filosofía es la siguiente: El hombre trabaja, invierte y se divierte. Pero ayudar a la gente es algo que me nace. Con mi familia soy dadivoso. No es que yo bote la plata. Sino que el que necesite una fórmula médica, se la regalo; el que necesite una urna para enterrar a un familiar, yo se la regalo. Pero tengo mis ahorros. Si no, imagínate, duré ocho años en problemas, sin ningún peso de nadie, me gasté más de cinco mil millones. Pero, por plata no me preocupo, porque si me paro en la esquina, te reúno un millón de pesos en seguida.

Tiene fanáticos fieles, pero también habrá gente que no le cree. ¿Le han dicho algo al encontrarlo de nuevo?

Espero que salgas de esa equivocación. Todo lo sucedido fue a mis espaldas. A donde llego soy bien recibido. Hay un montón de personas que también son inocentes de lo ocurrido y que se han basado en la prensa, la televisión, la radio y lo que dicen cuatro jueces que juzgaron una cosa que no han visto. Pero, para ser Diomedes Díaz, con 30 años de carrera, he tenido que definir la personalidad desde temprana edad. El montaje que me hicieron fue tal que en estos momentos ya no sé si esa señora está viva o muerta (¿Doris Adriana?). Son siete años hablando de esto y no lo haré más. No encontrará usted a una persona en la calle insultando a Diomedes Díaz. Por eso vine personalmente, para que no diga que soy el loco que anda en la esquina. Soy una persona de bien: bien criado, bien nacido, bien estudiado. De los cables al diamante

En efecto, a muy temprana edad, Diomedes Díaz ya estaba buscando trabajo en la música. Los Hermanos López era una agrupación de respeto en el vallenato cuando se unió a ellos. Pero la agrupación ya tenía cantante y Diomedes hizo la fila recogiendo cables. "Los Hermanos López no me dijeron: 'Venga, niño, vamos a ayudarlo". No. Llegué allí por mis canciones. Recogí cables porque buscaba la oportunidad de cantar. Y me escucharon y me hicieron una prueba y me grabaron. Me dieron 10 mil pesos por el primer CD. Más tarde, en la CBS (actual Sony) me pagaron 200 mil pesos, en un saco de billetes, y tuvieron que creer en mí".

¿Qué hace tan exitosas sus canciones?

Que son diferentes. Me las traen y las adapto a mi estilo. Por eso es difícil que otro cante lo que ya cantó Diomedes. Por ejemplo, ahora surgió la nueva ola del vallenato, pero Diomedes Díaz no va a meterse en eso. Porque nació con su propio estilo. Lo importante es respetarles el gusto a los seguidores.

Pero, son demasiados para atenderlos a todos...

"Es que somos tres personas distintas y un solo Dios verdadero. Espiritualmente, a todos los uno con mi canto".

Diomedes está en Bogotá. Graba el que será su próximo disco desde el martes pasado. "Los discos que grabé mientras estaba en la cárcel no tuvieron mi orientación -explica el artista-. Quiero que sepan que esta vez estoy al frente".

El diamante sigue brillando en uno de sus dientes. Es otra característica tan suya como su canto. "La dentadura mía fue muy débil -recuerda-. Y soy muy cobarde con la fresa. Y me dejé dañar toda la dentadura por miedo, no por necesidad. Lo aclaro porque creen que soy recogido de la basura. Un día estaba grabando, tenía una caries, mordí una panela y saltó el diente. Canté el disco así. Después me hicieron fotos y cuidé que no se viera. Pero en la última fotografía mostré el hueco y fue la única que sirvió. Entonces salí sin diente. Como siempre fui un hombre de sentimiento y de orgullo, dije: 'Voy a compensar esto'. Y cuando vendí el primer millón de discos a Sony, decidí ocuparme de mí y me puse el diamante".

¿Es vanidoso?

El hombre que no es vanidoso es feo. Pero con plata no hay hombre feo.

¿Tiene una composición soñada, algo a lo que le falte componer?

He decidido cantarles a mis anécdotas, a los hechos reales. Espero a que me suceda el próximo para dejarlo en canción.

¿Y cuál fue el más reciente?

La cantidad de barbaridades que me sucedieron, pero ya esa página se volteó.

Lecciones de la vida

Sus canciones: "No es que todas sean moneditas de oro para caerles bien a todos. Pero cuento con la satisfacción de que son muy poquitas las de cobre. Todas las mías son de oro. El secreto es definir la personalidad pronto y en la música, más ligero".

Sus canas: "Estaba en Caracas y no me gustaba esa sofisticación, tratan a los artistas con guante de seda. Había mucha gente, mujeres con guantes. Y me miré frente a un espejo y me vi una cana. Entonces dije: ¿Para qué son las cosas de la vida? De ahí salió la canción 'Mi primera cana'En realidad, me han salido muy pocas, pero me siento orgulloso de ellas".

Los compositores actuales: "El compositor actual está sufriendo mucho despecho. Está acabando con la tradición de llevar serenatas a la esposa, a la mamá, a la novia. Ahora todos viven llorando de rodillas ante las mujeres. Y a las mujeres no les gusta eso. A ellas les gusta sentir un hombre al frente. Mi nuevo CD viene cargado de amor y paz. Si hay despechos, son para reconciliar, no para seguir peleando".

La gira nacional de Diomedes Díaz comienza el 4 de marzo, en Bogotá. Ese mismo día hará un concierto en La Farra. Sigue el 5 de marzo, en Cali; el 18, en Montería; el 19, en Barranquilla; el 23, en Cartagena; el 2 de abril, en Medellín, el 15, en Bucaramanga; el 16, en Santa Marta, y el 30 de abril, en Valledupar.

LILIANA MARTÍNEZ POLO
Redactora de EL TIEMPO

Díaz no llega solo a las entrevistas. Lo acompañan su manager y al menos tres asistentes que, a su espalda, silenciosos, están pendientes, especialmente de calmar su sed y arreglar su peinado. Esto último para que ningún fotógrafo lo coja descompuesto. Viste de bluyín, zapatos deportivos y camiseta. Dice que prefiere la sencillez a la "sofisticación del estrellato" y que tanto acompañante se debe a la "nueva asesoría" con la que retoma su carrera en la música después de su salida de la cárcel, el año pasado.

Vuelve con una gira de conciertos. Diomedes conoce su poder de convocatoria. Piensa llenar El Campín, el próximo 4 de marzo. Su acordeonero, Franco Argüelles, está al frente de la producción. "Será un concierto a la carta -dice Diomedes-, cantaré lo que el público pida y si me piden que repita canciones, las repito. Cantaré Perdón, una canción mía que saldrá en el próximo CD".

¿Por qué pide perdón en esa canción?

"Me he dado cuenta de que por donde iba no era. No me favoreció la asesoría que tuve. En este momento no ando volteando hacia atrás para buscar heridas. Por el contrario, como Roberto Carlos, ando buscando cada día más amigos, hasta llegar al millón, para saludarlos diariamente. Pero, vi que cosas de las que antes sucedieron no eran correctas". No aclara si se refiere a los vicios, a los excesos que pudo ocasionar la fama o a los hechos que rodearon la muerte de Doris Adriana Niño, que lo llevaron a la cárcel. En esos puntos, Diomedes no es más específico. Plata para las medicinas

"Si la vida fuera estable todo el tiempo, yo no bebería ni me gastaría la plata", dice una de las canciones que interpreta. Es de Calixto Ochoa pero se acomodó tanto a su estilo que parece parte de su pensamiento.

"La plata hay que darla un poquito. Ahora pienso que hay que guardar más, por si uno se enferma. Mi filosofía es la siguiente: El hombre trabaja, invierte y se divierte. Pero ayudar a la gente es algo que me nace. Con mi familia soy dadivoso. No es que yo bote la plata. Sino que el que necesite una fórmula médica, se la regalo; el que necesite una urna para enterrar a un familiar, yo se la regalo. Pero tengo mis ahorros. Si no, imagínate, duré ocho años en problemas, sin ningún peso de nadie, me gasté más de cinco mil millones. Pero, por plata no me preocupo, porque si me paro en la esquina, te reúno un millón de pesos en seguida.

Tiene fanáticos fieles, pero también habrá gente que no le cree. ¿Le han dicho algo al encontrarlo de nuevo?

Espero que salgas de esa equivocación. Todo lo sucedido fue a mis espaldas. A donde llego soy bien recibido. Hay un montón de personas que también son inocentes de lo ocurrido y que se han basado en la prensa, la televisión, la radio y lo que dicen cuatro jueces que juzgaron una cosa que no han visto. Pero, para ser Diomedes Díaz, con 30 años de carrera, he tenido que definir la personalidad desde temprana edad. El montaje que me hicieron fue tal que en estos momentos ya no sé si esa señora está viva o muerta (¿Doris Adriana?). Son siete años hablando de esto y no lo haré más. No encontrará usted a una persona en la calle insultando a Diomedes Díaz. Por eso vine personalmente, para que no diga que soy el loco que anda en la esquina. Soy una persona de bien: bien criado, bien nacido, bien estudiado. De los cables al diamante

En efecto, a muy temprana edad, Diomedes Díaz ya estaba buscando trabajo en la música. Los Hermanos López era una agrupación de respeto en el vallenato cuando se unió a ellos. Pero la agrupación ya tenía cantante y Diomedes hizo la fila recogiendo cables. "Los Hermanos López no me dijeron: 'Venga, niño, vamos a ayudarlo". No. Llegué allí por mis canciones. Recogí cables porque buscaba la oportunidad de cantar. Y me escucharon y me hicieron una prueba y me grabaron. Me dieron 10 mil pesos por el primer CD. Más tarde, en la CBS (actual Sony) me pagaron 200 mil pesos, en un saco de billetes, y tuvieron que creer en mí".

¿Qué hace tan exitosas sus canciones?

Que son diferentes. Me las traen y las adapto a mi estilo. Por eso es difícil que otro cante lo que ya cantó Diomedes. Por ejemplo, ahora surgió la nueva ola del vallenato, pero Diomedes Díaz no va a meterse en eso. Porque nació con su propio estilo. Lo importante es respetarles el gusto a los seguidores.

Pero, son demasiados para atenderlos a todos...

"Es que somos tres personas distintas y un solo Dios verdadero. Espiritualmente, a todos los uno con mi canto".

Diomedes está en Bogotá. Graba el que será su próximo disco desde el martes pasado. "Los discos que grabé mientras estaba en la cárcel no tuvieron mi orientación -explica el artista-. Quiero que sepan que esta vez estoy al frente".

El diamante sigue brillando en uno de sus dientes. Es otra característica tan suya como su canto. "La dentadura mía fue muy débil -recuerda-. Y soy muy cobarde con la fresa. Y me dejé dañar toda la dentadura por miedo, no por necesidad. Lo aclaro porque creen que soy recogido de la basura. Un día estaba grabando, tenía una caries, mordí una panela y saltó el diente. Canté el disco así. Después me hicieron fotos y cuidé que no se viera. Pero en la última fotografía mostré el hueco y fue la única que sirvió. Entonces salí sin diente. Como siempre fui un hombre de sentimiento y de orgullo, dije: 'Voy a compensar esto'. Y cuando vendí el primer millón de discos a Sony, decidí ocuparme de mí y me puse el diamante".

¿Es vanidoso?

El hombre que no es vanidoso es feo. Pero con plata no hay hombre feo.

¿Tiene una composición soñada, algo a lo que le falte componer?

He decidido cantarles a mis anécdotas, a los hechos reales. Espero a que me suceda el próximo para dejarlo en canción.

¿Y cuál fue el más reciente?

La cantidad de barbaridades que me sucedieron, pero ya esa página se volteó.

Lecciones de la vida

Sus canciones: "No es que todas sean moneditas de oro para caerles bien a todos. Pero cuento con la satisfacción de que son muy poquitas las de cobre. Todas las mías son de oro. El secreto es definir la personalidad pronto y en la música, más ligero".

Sus canas: "Estaba en Caracas y no me gustaba esa sofisticación, tratan a los artistas con guante de seda. Había mucha gente, mujeres con guantes. Y me miré frente a un espejo y me vi una cana. Entonces dije: ¿Para qué son las cosas de la vida? De ahí salió la canción 'Mi primera cana'En realidad, me han salido muy pocas, pero me siento orgulloso de ellas".

Los compositores actuales: "El compositor actual está sufriendo mucho despecho. Está acabando con la tradición de llevar serenatas a la esposa, a la mamá, a la novia. Ahora todos viven llorando de rodillas ante las mujeres. Y a las mujeres no les gusta eso. A ellas les gusta sentir un hombre al frente. Mi nuevo CD viene cargado de amor y paz. Si hay despechos, son para reconciliar, no para seguir peleando".

La gira nacional de Diomedes Díaz comienza el 4 de marzo, en Bogotá. Ese mismo día hará un concierto en La Farra. Sigue el 5 de marzo, en Cali; el 18, en Montería; el 19, en Barranquilla; el 23, en Cartagena; el 2 de abril, en Medellín, el 15, en Bucaramanga; el 16, en Santa Marta, y el 30 de abril, en Valledupar.

LILIANA MARTÍNEZ POLO
Redactora de EL TIEMPO

Díaz no llega solo a las entrevistas. Lo acompañan su manager y al menos tres asistentes que, a su espalda, silenciosos, están pendientes, especialmente de calmar su sed y arreglar su peinado. Esto último para que ningún fotógrafo lo coja descompuesto. Viste de bluyín, zapatos deportivos y camiseta. Dice que prefiere la sencillez a la "sofisticación del estrellato" y que tanto acompañante se debe a la "nueva asesoría" con la que retoma su carrera en la música después de su salida de la cárcel, el año pasado.

Vuelve con una gira de conciertos. Diomedes conoce su poder de convocatoria. Piensa llenar El Campín, el próximo 4 de marzo. Su acordeonero, Franco Argüelles, está al frente de la producción. "Será un concierto a la carta -dice Diomedes-, cantaré lo que el público pida y si me piden que repita canciones, las repito. Cantaré Perdón, una canción mía que saldrá en el próximo CD".

¿Por qué pide perdón en esa canción?

"Me he dado cuenta de que por donde iba no era. No me favoreció la asesoría que tuve. En este momento no ando volteando hacia atrás para buscar heridas. Por el contrario, como Roberto Carlos, ando buscando cada día más amigos, hasta llegar al millón, para saludarlos diariamente. Pero, vi que cosas de las que antes sucedieron no eran correctas". No aclara si se refiere a los vicios, a los excesos que pudo ocasionar la fama o a los hechos que rodearon la muerte de Doris Adriana Niño, que lo llevaron a la cárcel. En esos puntos, Diomedes no es más específico. Plata para las medicinas

"Si la vida fuera estable todo el tiempo, yo no bebería ni me gastaría la plata", dice una de las canciones que interpreta. Es de Calixto Ochoa pero se acomodó tanto a su estilo que parece parte de su pensamiento.

"La plata hay que darla un poquito. Ahora pienso que hay que guardar más, por si uno se enferma. Mi filosofía es la siguiente: El hombre trabaja, invierte y se divierte. Pero ayudar a la gente es algo que me nace. Con mi familia soy dadivoso. No es que yo bote la plata. Sino que el que necesite una fórmula médica, se la regalo; el que necesite una urna para enterrar a un familiar, yo se la regalo. Pero tengo mis ahorros. Si no, imagínate, duré ocho años en problemas, sin ningún peso de nadie, me gasté más de cinco mil millones. Pero, por plata no me preocupo, porque si me paro en la esquina, te reúno un millón de pesos en seguida.

Tiene fanáticos fieles, pero también habrá gente que no le cree. ¿Le han dicho algo al encontrarlo de nuevo?

Espero que salgas de esa equivocación. Todo lo sucedido fue a mis espaldas. A donde llego soy bien recibido. Hay un montón de personas que también son inocentes de lo ocurrido y que se han basado en la prensa, la televisión, la radio y lo que dicen cuatro jueces que juzgaron una cosa que no han visto. Pero, para ser Diomedes Díaz, con 30 años de carrera, he tenido que definir la personalidad desde temprana edad. El montaje que me hicieron fue tal que en estos momentos ya no sé si esa señora está viva o muerta (¿Doris Adriana?). Son siete años hablando de esto y no lo haré más. No encontrará usted a una persona en la calle insultando a Diomedes Díaz. Por eso vine personalmente, para que no diga que soy el loco que anda en la esquina. Soy una persona de bien: bien criado, bien nacido, bien estudiado. De los cables al diamante

En efecto, a muy temprana edad, Diomedes Díaz ya estaba buscando trabajo en la música. Los Hermanos López era una agrupación de respeto en el vallenato cuando se unió a ellos. Pero la agrupación ya tenía cantante y Diomedes hizo la fila recogiendo cables. "Los Hermanos López no me dijeron: 'Venga, niño, vamos a ayudarlo". No. Llegué allí por mis canciones. Recogí cables porque buscaba la oportunidad de cantar. Y me escucharon y me hicieron una prueba y me grabaron. Me dieron 10 mil pesos por el primer CD. Más tarde, en la CBS (actual Sony) me pagaron 200 mil pesos, en un saco de billetes, y tuvieron que creer en mí".

¿Qué hace tan exitosas sus canciones?

Que son diferentes. Me las traen y las adapto a mi estilo. Por eso es difícil que otro cante lo que ya cantó Diomedes. Por ejemplo, ahora surgió la nueva ola del vallenato, pero Diomedes Díaz no va a meterse en eso. Porque nació con su propio estilo. Lo importante es respetarles el gusto a los seguidores.

Pero, son demasiados para atenderlos a todos...

"Es que somos tres personas distintas y un solo Dios verdadero. Espiritualmente, a todos los uno con mi canto".

Diomedes está en Bogotá. Graba el que será su próximo disco desde el martes pasado. "Los discos que grabé mientras estaba en la cárcel no tuvieron mi orientación -explica el artista-. Quiero que sepan que esta vez estoy al frente".

El diamante sigue brillando en uno de sus dientes. Es otra característica tan suya como su canto. "La dentadura mía fue muy débil -recuerda-. Y soy muy cobarde con la fresa. Y me dejé dañar toda la dentadura por miedo, no por necesidad. Lo aclaro porque creen que soy recogido de la basura. Un día estaba grabando, tenía una caries, mordí una panela y saltó el diente. Canté el disco así. Después me hicieron fotos y cuidé que no se viera. Pero en la última fotografía mostré el hueco y fue la única que sirvió. Entonces salí sin diente. Como siempre fui un hombre de sentimiento y de orgullo, dije: 'Voy a compensar esto'. Y cuando vendí el primer millón de discos a Sony, decidí ocuparme de mí y me puse el diamante".

¿Es vanidoso?

El hombre que no es vanidoso es feo. Pero con plata no hay hombre feo.

¿Tiene una composición soñada, algo a lo que le falte componer?

He decidido cantarles a mis anécdotas, a los hechos reales. Espero a que me suceda el próximo para dejarlo en canción.

¿Y cuál fue el más reciente?

La cantidad de barbaridades que me sucedieron, pero ya esa página se volteó.

Lecciones de la vida

Sus canciones: "No es que todas sean moneditas de oro para caerles bien a todos. Pero cuento con la satisfacción de que son muy poquitas las de cobre. Todas las mías son de oro. El secreto es definir la personalidad pronto y en la música, más ligero".

Sus canas: "Estaba en Caracas y no me gustaba esa sofisticación, tratan a los artistas con guante de seda. Había mucha gente, mujeres con guantes. Y me miré frente a un espejo y me vi una cana. Entonces dije: ¿Para qué son las cosas de la vida? De ahí salió la canción 'Mi primera cana'En realidad, me han salido muy pocas, pero me siento orgulloso de ellas".

Los compositores actuales: "El compositor actual está sufriendo mucho despecho. Está acabando con la tradición de llevar serenatas a la esposa, a la mamá, a la novia. Ahora todos viven llorando de rodillas ante las mujeres. Y a las mujeres no les gusta eso. A ellas les gusta sentir un hombre al frente. Mi nuevo CD viene cargado de amor y paz. Si hay despechos, son para reconciliar, no para seguir peleando".

La gira nacional de Diomedes Díaz comienza el 4 de marzo, en Bogotá. Ese mismo día hará un concierto en La Farra. Sigue el 5 de marzo, en Cali; el 18, en Montería; el 19, en Barranquilla; el 23, en Cartagena; el 2 de abril, en Medellín, el 15, en Bucaramanga; el 16, en Santa Marta, y el 30 de abril, en Valledupar.

LILIANA MARTÍNEZ POLO
Redactora de EL TIEMPO