Por resolución de la Zona Educativa en Zulia, a partir de ahora está prohibida la divulgación, difusión y promoción del reggaeton y el vallenato en las escuelas.

Ligdy Arandia, jefa de la División de Entes Públicos y Privados del Sector Cultural, señaló ayer durante una reunión con los coordinadores culturales de todos los municipios que la decisión se sustenta en varios artículos de la Ley Orgánica de Protección del Niño, Niña y Adolescente (Lopna), por considerar ambos géneros musicales como inadecuados para la formación de los menores.

La resolución explica que esta música extranjera está prohibida en los espacios educativos debido a su contenido grotesco, de muy baja calidad en su mayoría, que rayan la ética, la moral y las buenas costumbres, incitando a la expresión de movimientos corporales extravagantes y sexuales no acordes a la edad escolar, que atentan contra la salud de los menores y que no promocionan la identidad cultural nacional.

Venezuela y Latinoamérica

Arandia agregó que la decisión generó descontento en algunos sectores calificándola de extrema y autoritaria. "Estamos prohibiéndola para captar la atención de los docentes como formadores. Suena como una imposición, pero no tenemos otro remedio".

Unirán esfuerzos con los directivos, docentes, representantes y medios de comunicación para divulgar y promover las expresiones culturales venezolanas por encima de las extranjeras. Explicó que por cada 13 canciones que se transmiten en la radio y televisión nacional, una es venezolana.

"Esto representa la pérdida de la identidad cultural. Lo nuestro casi no se escucha. Esta música invade las comunidades, pero la escuela es un espacio para promulgar y promocionar lo nuestro".

Juan Bautista Sampayo, miembro de la coordinación regional de música de la Dirección de Cultura, señaló que con esta resolución se busca despertar la conciencia de los educadores para que conozcan los alcances de este "flagelo", presente en toda Latinoamérica. Mencionó que la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos de Puerto Rico prohibió el uso de reggaeton y que en Honduras existe un anteproyecto de ley para regular la música con palabras obscenas.

Música sexual

Sampayo, también compositor y director de orquestas, explicó que el reggaeton carece de armonía y es muy pobre musicalmente hablando. Predomina el ritmo fuerte que aturde a los oyentes. Se cacarean ritmos contagiosos. No se canta porque los intérpretes vociferan o balbucean frases repetitivas con rimas forzadas, con escaso esfuerzo compositivo, con letras de contenidos sexuales explícitos, algunas hasta con mensajes inmorales, de violencia sexual y machismo, con baja calidad en el uso de verbos y conjugaciones.

Precisó que en estas canciones hay una hipnosis colectiva por la utilización de sonidos repetitivos que tocan partes específicas del cerebro que despiertan el instinto primitivo del ser humano. Se plantea un lenguaje tergiversado del sexo. El niño y adolescente aprende el lenguaje sexual de forma más rápida y equivocada.

"El sexo no es malo, el problema es cómo lo están planteando. Con esos ritmos clonados constantes se están limitando a escuchar algo primitivo. No piensan. Se les acorta la capacidad de poesía e imaginación".

Ligdy Arandia indicó que cuando el niño o joven baila reggaeton hace movimientos sexuales, tocando y rozando partes del cuerpo de la otra persona, incluso íntimas. "Los cambios biológicos, psicológicos y sociales que ellos experimentan y el mensaje de la música despierta la curiosidad de conocer de qué se tratan estas necesidades fisiológicas que sienten cuando le pasan la mano por el cuerpo. Ellos no saben manejar el sexo y allí vienen las consecuencias: embarazos precoces, promiscuidad, abandono de niños y repudio en la familia".

Señaló que el vallenato también incita a las bebidas alcohólicas y al sexo, a la desunión del núcleo familiar y a las relaciones extramatrimoniales.

Por resolución de la Zona Educativa en Zulia, a partir de ahora está prohibida la divulgación, difusión y promoción del reggaeton y el vallenato en las escuelas.

Ligdy Arandia, jefa de la División de Entes Públicos y Privados del Sector Cultural, señaló ayer durante una reunión con los coordinadores culturales de todos los municipios que la decisión se sustenta en varios artículos de la Ley Orgánica de Protección del Niño, Niña y Adolescente (Lopna), por considerar ambos géneros musicales como inadecuados para la formación de los menores.

La resolución explica que esta música extranjera está prohibida en los espacios educativos debido a su contenido grotesco, de muy baja calidad en su mayoría, que rayan la ética, la moral y las buenas costumbres, incitando a la expresión de movimientos corporales extravagantes y sexuales no acordes a la edad escolar, que atentan contra la salud de los menores y que no promocionan la identidad cultural nacional.

Venezuela y Latinoamérica

Arandia agregó que la decisión generó descontento en algunos sectores calificándola de extrema y autoritaria. "Estamos prohibiéndola para captar la atención de los docentes como formadores. Suena como una imposición, pero no tenemos otro remedio".

Unirán esfuerzos con los directivos, docentes, representantes y medios de comunicación para divulgar y promover las expresiones culturales venezolanas por encima de las extranjeras. Explicó que por cada 13 canciones que se transmiten en la radio y televisión nacional, una es venezolana.

"Esto representa la pérdida de la identidad cultural. Lo nuestro casi no se escucha. Esta música invade las comunidades, pero la escuela es un espacio para promulgar y promocionar lo nuestro".

Juan Bautista Sampayo, miembro de la coordinación regional de música de la Dirección de Cultura, señaló que con esta resolución se busca despertar la conciencia de los educadores para que conozcan los alcances de este "flagelo", presente en toda Latinoamérica. Mencionó que la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos de Puerto Rico prohibió el uso de reggaeton y que en Honduras existe un anteproyecto de ley para regular la música con palabras obscenas.

Música sexual

Sampayo, también compositor y director de orquestas, explicó que el reggaeton carece de armonía y es muy pobre musicalmente hablando. Predomina el ritmo fuerte que aturde a los oyentes. Se cacarean ritmos contagiosos. No se canta porque los intérpretes vociferan o balbucean frases repetitivas con rimas forzadas, con escaso esfuerzo compositivo, con letras de contenidos sexuales explícitos, algunas hasta con mensajes inmorales, de violencia sexual y machismo, con baja calidad en el uso de verbos y conjugaciones.

Precisó que en estas canciones hay una hipnosis colectiva por la utilización de sonidos repetitivos que tocan partes específicas del cerebro que despiertan el instinto primitivo del ser humano. Se plantea un lenguaje tergiversado del sexo. El niño y adolescente aprende el lenguaje sexual de forma más rápida y equivocada.

"El sexo no es malo, el problema es cómo lo están planteando. Con esos ritmos clonados constantes se están limitando a escuchar algo primitivo. No piensan. Se les acorta la capacidad de poesía e imaginación".

Ligdy Arandia indicó que cuando el niño o joven baila reggaeton hace movimientos sexuales, tocando y rozando partes del cuerpo de la otra persona, incluso íntimas. "Los cambios biológicos, psicológicos y sociales que ellos experimentan y el mensaje de la música despierta la curiosidad de conocer de qué se tratan estas necesidades fisiológicas que sienten cuando le pasan la mano por el cuerpo. Ellos no saben manejar el sexo y allí vienen las consecuencias: embarazos precoces, promiscuidad, abandono de niños y repudio en la familia".

Señaló que el vallenato también incita a las bebidas alcohólicas y al sexo, a la desunión del núcleo familiar y a las relaciones extramatrimoniales.