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Reivindicando ‘El Testamento’ de Escalona

Fuente: LUIS CARLOS “PERICO” MANJARRÉS ARIZA - Exclusivo para ElVallenato.com | Fecha: 2006-09-03 | Visitas: 17452

A TI TE PUSIERON ESE NOMBRE SIN RAZÒN
ESE NO ES EL NOMBRE PARA UNA MUJER BONITA
YO TE HUBIERA PUESTO MORTIFICACIÓN
TORMENTO DIVINO PERO NO VEVITA
Y A UN ÀNGEL YO LE HUBIERA PEDIDO
SU NOMBRE PA QUE FUERA EL MÀS LINDO

El Testamento, Rafael Escalona Martìnez

Estoy completamente seguro de que muchos de los lectores de esta nota se sorprenderán con la anterior acotación y sorprendidos, se preguntarán y repasarán la letra de esta inmortal canción del maestro Escalona, sin encontrar los hermosos versos citados. Dirán que yo estoy loco y que eso no es cierto.

Si así piensan algunos, quiero pedirles que no se preocupen ni se sientan mal por su ignorancia en materia de vallenatología, pues el propio Carlos Vives tuvo que pedirle al conjunto que lo acompañaba en la interpretación de esta canción, que reiniciara el toque, pues había omitido los versos de marra y después de cantarlos, cerró ahí si su interpretación de “El Testamento”. Esto sucedió anoche en el concierto del parque Simón Bolívar en Bogotá.

Lo que ha sucedido y que nadie se explica, es la decisión de algunos intérpretes de suprimir estos versos que hacen parte de la composición original de Escalona. Nunca he escuchado ningún comentario sobre tal omisión y es por eso que a través de esta breve nota, inspirada por el despiste de Vives anoche, quiero expresar mi total desacuerdo con la decisión adoptada por algunos cantantes de suprimir esta parte de la canción cuando la interpretan en público e incluso, cuando han hecho la grabación en discos o cedés

Mi posición no sólo obedece a la belleza y a la calidad literaria de los versos. Lo que más la sustenta es el hecho de que no debemos aceptar que una de las canciones más representativas del Vallenato, quede en la historia cercenada y mutilada, como ha estado sucediendo. No creo que Escalona no proteste cuando en su presencia se interprete la canción mutilada. Seguramente ya le había jalado las orejas a Carlos Vives por esa mala costumbre y éste, presuroso, al acordarse de Rafa, exigió al conjunto reiniciar y así enmendar su error.

Posiblemente a algunos de los lectores les ha intrigado el nombre de “Vevita” (qué no Bebita o Bevita), les cuento que se trataba de la sanjuanera Genoveva Manjarrés Meza. Y si quieren saber más, a continuación transcribo un aparte del libro de nuestra inolvidable Cacica, sobre la vida del maestro Escalona:






Llegaron todos los que habían citado y después de explicar de qué se trataba y de haberle encargado a cada uno su correspondiente tarea, comenzaban a despedirse cuando apareció en la puerta la dama que meses más tarde iría a inspirarle a Escalona su célebre Testamento, Genoveva, para sus íntimos Vevita, Manjarrés Meza, llegó saludando de beso y abrazo a los conocidos, que eran la mayoría, y se sentó al borde del escritorio de Dilia Alza- mora, a enterarse de los pormenores de la organización. "Llegué tarde porque tenía mucho oficio", dijo. Alta, delgada, de cuerpo esbelto, con una esplendorosa mata de pelo negrísimo, de cejas espesas y ojos profundos, tenía un regio perfil y un rostro de gitana poderosamente atractivo; era, además, alegre, entusiasta y llenaba con su presencia cualquier reunión. Como nadie cayó en la cuenta de presentarlos, Escalona se replegó al último rincón de la oficina, desde donde se puso a detallar a esa esplendorosa y cimbreante morena que jamás había visto en su vida y que le hizo sentir la sensación de que era la primera vez que miraba una mujer en el mundo.
El sábado tempranito llegó a la pensión donde vivía Jaime Araújo a despertarlo para solicitarle toda la información posible sobre Vevita. Jaime se la suministró completa. Le dijo para empezar que ella era oriunda de San Juan del Cesar...
- ¿De San Juan del Cesar? -Preguntó Escalona, incrédulo.
- ¡Claro!-respondió Jaime- De donde mismo es la monita de ojos verdes. Escalona empezó a morderse las uñas y Jaime siguió contándole que el padre de ella se llamaba Nicolás Manjarrés Ariza y que era un Otelo de lo celoso: que la mamá se llamaba Ena Meza y era de Ciénaga y que ella, Vevita, estudiaba en la Escuela Magdalena...
- ¿En la Escuela Magdalena? -volvió a preguntar Escalona.
-Sí. Y si no me equivoco, en el mismo curso de Marina Arzuaga. Creo que las dos se sientan en el mismo pupitre -remató Jaime.
- ¡No seas vergajo! -alcanzó a decir Rafael antes de que Jaime saltara de la cama sacudido por sus propias carcajadas...
El domingo, durante el paseo a Taganga, que casi acaba en tragedia puesto que la lancha donde viajaba una parte del grupo estuvo un rato a la deriva por un daño en el motor, Escalona no apareció. Pero Vevita tampoco fue. Los que pensaron que ambos habían iniciado un entendimiento y se habían puesto de acuerdo para no ir al paseo, se equivocaron. La verdad era que a ella no le interesó de entrada ese muchacho; y si a él, ella le despertó con gran intensidad las mismas ansias que le despertaban todas, no sería sino mucho más adelante, al volver a encontrarse, cuando se producirían las circunstancias que convirtieron a Vevita en la responsable de una de las mejores y más famosas composiciones de Escalona

Por último, quiero complacer a mis lectores con el texto original de El Testamento:

Oye morenita te vas a quedar muy sola
porque anoche dijo el radio que abrieron el Liceo. (Bis)
Como es estudiante ya se va Escalona
pero de recuerdo te deja un paseo. (Bis)
Que te habla de aquel inmenso amor
que llevo dentro del corazón,
que dice todo lo que yo siento,
qu'es pura nostalgia y sentimiento,
grabado con el lenguaje grato
que tiene la tierra de Pedro Castro. (Bis)
Adiós morenita me voy por la madrugada
no quiero que me llores porque me da dolor, (Bis)
paso por Valencia, cojo la Sabana
Caracolicito, luego Fundación, (Bis)
y entonces me tengo que meter
en un diablo al que le llaman tren,
que sale por toda la zona pasa
y de tarde se mete a Santa Marta. (Bis)
Ese orgullo que tú tienes no es muy bueno
te juro que más tarde te vas a arrepentir, (Bis)
yo solo he querido dejarte un recuerdo
porque en Santa Marta me puedo morir. (Bis)
Y entonces me tienes que llorar
y de ñapa me tienes que rezar,
y claro te tienes que poner
traje negro aunque no gustes de'l,
entonces, te vas a arrepentir
de lo mucho, que me hiciste sufrir. (Bis)
a ti te pusieron ese nombre sin razòn
ese no es el nombre para una mujer bonita
yo te hubiera puesto mortificación
tormento divino pero no Vevita
y a un Angel yo le hubiera pedido
su nombre pa que fuera el màs lindo


Bogotá, 02 de septiembre de 2006
LUIS CARLOS “PERICO” MANJARRÉS ARIZA

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Fuente: LUIS CARLOS “PERICO” MANJARRÉS ARIZA - Exclusivo para ElVallenato.com | Fecha: 2006-09-03 | Visitas: 17452

Reivindicando ‘El Testamento’ de Escalona

A TI TE PUSIERON ESE NOMBRE SIN RAZÒN
ESE NO ES EL NOMBRE PARA UNA MUJER BONITA
YO TE HUBIERA PUESTO MORTIFICACIÓN
TORMENTO DIVINO PERO NO VEVITA
Y A UN ÀNGEL YO LE HUBIERA PEDIDO
SU NOMBRE PA QUE FUERA EL MÀS LINDO

El Testamento, Rafael Escalona Martìnez

Estoy completamente seguro de que muchos de los lectores de esta nota se sorprenderán con la anterior acotación y sorprendidos, se preguntarán y repasarán la letra de esta inmortal canción del maestro Escalona, sin encontrar los hermosos versos citados. Dirán que yo estoy loco y que eso no es cierto.

Si así piensan algunos, quiero pedirles que no se preocupen ni se sientan mal por su ignorancia en materia de vallenatología, pues el propio Carlos Vives tuvo que pedirle al conjunto que lo acompañaba en la interpretación de esta canción, que reiniciara el toque, pues había omitido los versos de marra y después de cantarlos, cerró ahí si su interpretación de “El Testamento”. Esto sucedió anoche en el concierto del parque Simón Bolívar en Bogotá.

Lo que ha sucedido y que nadie se explica, es la decisión de algunos intérpretes de suprimir estos versos que hacen parte de la composición original de Escalona. Nunca he escuchado ningún comentario sobre tal omisión y es por eso que a través de esta breve nota, inspirada por el despiste de Vives anoche, quiero expresar mi total desacuerdo con la decisión adoptada por algunos cantantes de suprimir esta parte de la canción cuando la interpretan en público e incluso, cuando han hecho la grabación en discos o cedés

Mi posición no sólo obedece a la belleza y a la calidad literaria de los versos. Lo que más la sustenta es el hecho de que no debemos aceptar que una de las canciones más representativas del Vallenato, quede en la historia cercenada y mutilada, como ha estado sucediendo. No creo que Escalona no proteste cuando en su presencia se interprete la canción mutilada. Seguramente ya le había jalado las orejas a Carlos Vives por esa mala costumbre y éste, presuroso, al acordarse de Rafa, exigió al conjunto reiniciar y así enmendar su error.

Posiblemente a algunos de los lectores les ha intrigado el nombre de “Vevita” (qué no Bebita o Bevita), les cuento que se trataba de la sanjuanera Genoveva Manjarrés Meza. Y si quieren saber más, a continuación transcribo un aparte del libro de nuestra inolvidable Cacica, sobre la vida del maestro Escalona:






Llegaron todos los que habían citado y después de explicar de qué se trataba y de haberle encargado a cada uno su correspondiente tarea, comenzaban a despedirse cuando apareció en la puerta la dama que meses más tarde iría a inspirarle a Escalona su célebre Testamento, Genoveva, para sus íntimos Vevita, Manjarrés Meza, llegó saludando de beso y abrazo a los conocidos, que eran la mayoría, y se sentó al borde del escritorio de Dilia Alza- mora, a enterarse de los pormenores de la organización. "Llegué tarde porque tenía mucho oficio", dijo. Alta, delgada, de cuerpo esbelto, con una esplendorosa mata de pelo negrísimo, de cejas espesas y ojos profundos, tenía un regio perfil y un rostro de gitana poderosamente atractivo; era, además, alegre, entusiasta y llenaba con su presencia cualquier reunión. Como nadie cayó en la cuenta de presentarlos, Escalona se replegó al último rincón de la oficina, desde donde se puso a detallar a esa esplendorosa y cimbreante morena que jamás había visto en su vida y que le hizo sentir la sensación de que era la primera vez que miraba una mujer en el mundo.
El sábado tempranito llegó a la pensión donde vivía Jaime Araújo a despertarlo para solicitarle toda la información posible sobre Vevita. Jaime se la suministró completa. Le dijo para empezar que ella era oriunda de San Juan del Cesar...
- ¿De San Juan del Cesar? -Preguntó Escalona, incrédulo.
- ¡Claro!-respondió Jaime- De donde mismo es la monita de ojos verdes. Escalona empezó a morderse las uñas y Jaime siguió contándole que el padre de ella se llamaba Nicolás Manjarrés Ariza y que era un Otelo de lo celoso: que la mamá se llamaba Ena Meza y era de Ciénaga y que ella, Vevita, estudiaba en la Escuela Magdalena...
- ¿En la Escuela Magdalena? -volvió a preguntar Escalona.
-Sí. Y si no me equivoco, en el mismo curso de Marina Arzuaga. Creo que las dos se sientan en el mismo pupitre -remató Jaime.
- ¡No seas vergajo! -alcanzó a decir Rafael antes de que Jaime saltara de la cama sacudido por sus propias carcajadas...
El domingo, durante el paseo a Taganga, que casi acaba en tragedia puesto que la lancha donde viajaba una parte del grupo estuvo un rato a la deriva por un daño en el motor, Escalona no apareció. Pero Vevita tampoco fue. Los que pensaron que ambos habían iniciado un entendimiento y se habían puesto de acuerdo para no ir al paseo, se equivocaron. La verdad era que a ella no le interesó de entrada ese muchacho; y si a él, ella le despertó con gran intensidad las mismas ansias que le despertaban todas, no sería sino mucho más adelante, al volver a encontrarse, cuando se producirían las circunstancias que convirtieron a Vevita en la responsable de una de las mejores y más famosas composiciones de Escalona

Por último, quiero complacer a mis lectores con el texto original de El Testamento:

Oye morenita te vas a quedar muy sola
porque anoche dijo el radio que abrieron el Liceo. (Bis)
Como es estudiante ya se va Escalona
pero de recuerdo te deja un paseo. (Bis)
Que te habla de aquel inmenso amor
que llevo dentro del corazón,
que dice todo lo que yo siento,
qu'es pura nostalgia y sentimiento,
grabado con el lenguaje grato
que tiene la tierra de Pedro Castro. (Bis)
Adiós morenita me voy por la madrugada
no quiero que me llores porque me da dolor, (Bis)
paso por Valencia, cojo la Sabana
Caracolicito, luego Fundación, (Bis)
y entonces me tengo que meter
en un diablo al que le llaman tren,
que sale por toda la zona pasa
y de tarde se mete a Santa Marta. (Bis)
Ese orgullo que tú tienes no es muy bueno
te juro que más tarde te vas a arrepentir, (Bis)
yo solo he querido dejarte un recuerdo
porque en Santa Marta me puedo morir. (Bis)
Y entonces me tienes que llorar
y de ñapa me tienes que rezar,
y claro te tienes que poner
traje negro aunque no gustes de'l,
entonces, te vas a arrepentir
de lo mucho, que me hiciste sufrir. (Bis)
a ti te pusieron ese nombre sin razòn
ese no es el nombre para una mujer bonita
yo te hubiera puesto mortificación
tormento divino pero no Vevita
y a un Angel yo le hubiera pedido
su nombre pa que fuera el màs lindo


Bogotá, 02 de septiembre de 2006
LUIS CARLOS “PERICO” MANJARRÉS ARIZA

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Reivindicando ‘El Testamento’ de Escalona

Fuente: LUIS CARLOS “PERICO” MANJARRÉS ARIZA - Exclusivo para ElVallenato.com | Fecha: 2006-09-03 | Visitas: 17452

Reivindicando ‘El Testamento’ de Escalona

A TI TE PUSIERON ESE NOMBRE SIN RAZÒN
ESE NO ES EL NOMBRE PARA UNA MUJER BONITA
YO TE HUBIERA PUESTO MORTIFICACIÓN
TORMENTO DIVINO PERO NO VEVITA
Y A UN ÀNGEL YO LE HUBIERA PEDIDO
SU NOMBRE PA QUE FUERA EL MÀS LINDO

El Testamento, Rafael Escalona Martìnez

Estoy completamente seguro de que muchos de los lectores de esta nota se sorprenderán con la anterior acotación y sorprendidos, se preguntarán y repasarán la letra de esta inmortal canción del maestro Escalona, sin encontrar los hermosos versos citados. Dirán que yo estoy loco y que eso no es cierto.

Si así piensan algunos, quiero pedirles que no se preocupen ni se sientan mal por su ignorancia en materia de vallenatología, pues el propio Carlos Vives tuvo que pedirle al conjunto que lo acompañaba en la interpretación de esta canción, que reiniciara el toque, pues había omitido los versos de marra y después de cantarlos, cerró ahí si su interpretación de “El Testamento”. Esto sucedió anoche en el concierto del parque Simón Bolívar en Bogotá.

Lo que ha sucedido y que nadie se explica, es la decisión de algunos intérpretes de suprimir estos versos que hacen parte de la composición original de Escalona. Nunca he escuchado ningún comentario sobre tal omisión y es por eso que a través de esta breve nota, inspirada por el despiste de Vives anoche, quiero expresar mi total desacuerdo con la decisión adoptada por algunos cantantes de suprimir esta parte de la canción cuando la interpretan en público e incluso, cuando han hecho la grabación en discos o cedés

Mi posición no sólo obedece a la belleza y a la calidad literaria de los versos. Lo que más la sustenta es el hecho de que no debemos aceptar que una de las canciones más representativas del Vallenato, quede en la historia cercenada y mutilada, como ha estado sucediendo. No creo que Escalona no proteste cuando en su presencia se interprete la canción mutilada. Seguramente ya le había jalado las orejas a Carlos Vives por esa mala costumbre y éste, presuroso, al acordarse de Rafa, exigió al conjunto reiniciar y así enmendar su error.

Posiblemente a algunos de los lectores les ha intrigado el nombre de “Vevita” (qué no Bebita o Bevita), les cuento que se trataba de la sanjuanera Genoveva Manjarrés Meza. Y si quieren saber más, a continuación transcribo un aparte del libro de nuestra inolvidable Cacica, sobre la vida del maestro Escalona:






Llegaron todos los que habían citado y después de explicar de qué se trataba y de haberle encargado a cada uno su correspondiente tarea, comenzaban a despedirse cuando apareció en la puerta la dama que meses más tarde iría a inspirarle a Escalona su célebre Testamento, Genoveva, para sus íntimos Vevita, Manjarrés Meza, llegó saludando de beso y abrazo a los conocidos, que eran la mayoría, y se sentó al borde del escritorio de Dilia Alza- mora, a enterarse de los pormenores de la organización. "Llegué tarde porque tenía mucho oficio", dijo. Alta, delgada, de cuerpo esbelto, con una esplendorosa mata de pelo negrísimo, de cejas espesas y ojos profundos, tenía un regio perfil y un rostro de gitana poderosamente atractivo; era, además, alegre, entusiasta y llenaba con su presencia cualquier reunión. Como nadie cayó en la cuenta de presentarlos, Escalona se replegó al último rincón de la oficina, desde donde se puso a detallar a esa esplendorosa y cimbreante morena que jamás había visto en su vida y que le hizo sentir la sensación de que era la primera vez que miraba una mujer en el mundo.
El sábado tempranito llegó a la pensión donde vivía Jaime Araújo a despertarlo para solicitarle toda la información posible sobre Vevita. Jaime se la suministró completa. Le dijo para empezar que ella era oriunda de San Juan del Cesar...
- ¿De San Juan del Cesar? -Preguntó Escalona, incrédulo.
- ¡Claro!-respondió Jaime- De donde mismo es la monita de ojos verdes. Escalona empezó a morderse las uñas y Jaime siguió contándole que el padre de ella se llamaba Nicolás Manjarrés Ariza y que era un Otelo de lo celoso: que la mamá se llamaba Ena Meza y era de Ciénaga y que ella, Vevita, estudiaba en la Escuela Magdalena...
- ¿En la Escuela Magdalena? -volvió a preguntar Escalona.
-Sí. Y si no me equivoco, en el mismo curso de Marina Arzuaga. Creo que las dos se sientan en el mismo pupitre -remató Jaime.
- ¡No seas vergajo! -alcanzó a decir Rafael antes de que Jaime saltara de la cama sacudido por sus propias carcajadas...
El domingo, durante el paseo a Taganga, que casi acaba en tragedia puesto que la lancha donde viajaba una parte del grupo estuvo un rato a la deriva por un daño en el motor, Escalona no apareció. Pero Vevita tampoco fue. Los que pensaron que ambos habían iniciado un entendimiento y se habían puesto de acuerdo para no ir al paseo, se equivocaron. La verdad era que a ella no le interesó de entrada ese muchacho; y si a él, ella le despertó con gran intensidad las mismas ansias que le despertaban todas, no sería sino mucho más adelante, al volver a encontrarse, cuando se producirían las circunstancias que convirtieron a Vevita en la responsable de una de las mejores y más famosas composiciones de Escalona

Por último, quiero complacer a mis lectores con el texto original de El Testamento:

Oye morenita te vas a quedar muy sola
porque anoche dijo el radio que abrieron el Liceo. (Bis)
Como es estudiante ya se va Escalona
pero de recuerdo te deja un paseo. (Bis)
Que te habla de aquel inmenso amor
que llevo dentro del corazón,
que dice todo lo que yo siento,
qu'es pura nostalgia y sentimiento,
grabado con el lenguaje grato
que tiene la tierra de Pedro Castro. (Bis)
Adiós morenita me voy por la madrugada
no quiero que me llores porque me da dolor, (Bis)
paso por Valencia, cojo la Sabana
Caracolicito, luego Fundación, (Bis)
y entonces me tengo que meter
en un diablo al que le llaman tren,
que sale por toda la zona pasa
y de tarde se mete a Santa Marta. (Bis)
Ese orgullo que tú tienes no es muy bueno
te juro que más tarde te vas a arrepentir, (Bis)
yo solo he querido dejarte un recuerdo
porque en Santa Marta me puedo morir. (Bis)
Y entonces me tienes que llorar
y de ñapa me tienes que rezar,
y claro te tienes que poner
traje negro aunque no gustes de'l,
entonces, te vas a arrepentir
de lo mucho, que me hiciste sufrir. (Bis)
a ti te pusieron ese nombre sin razòn
ese no es el nombre para una mujer bonita
yo te hubiera puesto mortificación
tormento divino pero no Vevita
y a un Angel yo le hubiera pedido
su nombre pa que fuera el màs lindo


Bogotá, 02 de septiembre de 2006
LUIS CARLOS “PERICO” MANJARRÉS ARIZA

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