Deja, déjame decirte negra, si ya te alejas, si ya te vas, quiero, quiero decirte al oído cuánto en la vida mi dolor será, ya me iré, como el río que en turbulencia va, encamina corriendo hacia el mar, y nada lo puede detener, lloraré, cual los hombres que sinceros son, cuando no los quiere una mujer, y en sus noches gime el corazón. Volveré, cuando ya con el tiempo destruya el veneno malevo, que fue tu querer, y en el cielo un lucero lejano, me indique, me diga, ya puedes volver. hay se infinita de besos, entre suspiro y suspiro, hay se infinita que crece, hoy no te encuentras conmigo.

Crece, crece la angustia dormida. astilla en mis ojos no me dejan ver, tu eres, tú eres la única culpable, que viejos anhelos ya no puedan ser. Ya me iré, cual las piedras que arrimadas están, silencioso y sin consuelo estoy, añoranza mis cantos serán, lloraré cual los hombres que sinceros son, cuando no los quiere una mujer y en sus noches gime el corazón. Partiré, partiré hacia tierra lejana de mundo, galope en el trino sin ningún control, donde sólo las aves del campo escuchen mis ruinas, mis versos de amor. hay se infinita de versos, entre suspiro y suspiro; hay se infinita que crece si hoy no te encuentras conmigo.

Deja, déjame decirte negra, si ya te alejas, si ya te vas, quiero, quiero decirte al oído cuánto en la vida mi dolor será, ya me iré, como el río que en turbulencia va, encamina corriendo hacia el mar, y nada lo puede detener, lloraré, cual los hombres que sinceros son, cuando no los quiere una mujer, y en sus noches gime el corazón. Volveré, cuando ya con el tiempo destruya el veneno malevo, que fue tu querer, y en el cielo un lucero lejano, me indique, me diga, ya puedes volver. hay se infinita de besos, entre suspiro y suspiro, hay se infinita que crece, hoy no te encuentras conmigo.

Crece, crece la angustia dormida. astilla en mis ojos no me dejan ver, tu eres, tú eres la única culpable, que viejos anhelos ya no puedan ser. Ya me iré, cual las piedras que arrimadas están, silencioso y sin consuelo estoy, añoranza mis cantos serán, lloraré cual los hombres que sinceros son, cuando no los quiere una mujer y en sus noches gime el corazón. Partiré, partiré hacia tierra lejana de mundo, galope en el trino sin ningún control, donde sólo las aves del campo escuchen mis ruinas, mis versos de amor. hay se infinita de versos, entre suspiro y suspiro; hay se infinita que crece si hoy no te encuentras conmigo.

Deja, déjame decirte negra, si ya te alejas, si ya te vas, quiero, quiero decirte al oído cuánto en la vida mi dolor será, ya me iré, como el río que en turbulencia va, encamina corriendo hacia el mar, y nada lo puede detener, lloraré, cual los hombres que sinceros son, cuando no los quiere una mujer, y en sus noches gime el corazón. Volveré, cuando ya con el tiempo destruya el veneno malevo, que fue tu querer, y en el cielo un lucero lejano, me indique, me diga, ya puedes volver. hay se infinita de besos, entre suspiro y suspiro, hay se infinita que crece, hoy no te encuentras conmigo.

Crece, crece la angustia dormida. astilla en mis ojos no me dejan ver, tu eres, tú eres la única culpable, que viejos anhelos ya no puedan ser. Ya me iré, cual las piedras que arrimadas están, silencioso y sin consuelo estoy, añoranza mis cantos serán, lloraré cual los hombres que sinceros son, cuando no los quiere una mujer y en sus noches gime el corazón. Partiré, partiré hacia tierra lejana de mundo, galope en el trino sin ningún control, donde sólo las aves del campo escuchen mis ruinas, mis versos de amor. hay se infinita de versos, entre suspiro y suspiro; hay se infinita que crece si hoy no te encuentras conmigo.