Las viejas rencillas que en su momento se vivieron entre grupos vallenatos ya son cosas del pasado donde fueron evidentes actitudes hostiles entre algunos conjuntos que se peleaban la hegemonía y la popularidad del momento lo que llegó a tópicos como lanzarse improperios en los espectáculos y hasta la grabación de algunos temas que inyectaban la sátira.

Estas actitudes fueron cíclicas en el folclor, desde la misma aparición de los juglares hasta los tiempos contemporáneos, pero ya existe un grado de más civilidad teniendo en cuenta que antes por ejemplo se dieron casos en los que se llegó a pagar a los locutores para que rayaran los discos de determinados competidores para evitar su difusión.

En esta época tal vez la reyerta más evidente por estos ‘celos profesionales’ fue la vivida entre Silvestre Dangond y Piter Manjarrez; hace unos años en un espectáculo se gritaron de todo desde sus tarimas emulando el cuento del Flecha y la famosa doña Tulia que tiraba lengua de ‘pretil a pretil’; afortunadamente esa etapa se superó gracias a las buenas intenciones de ambos los que comprendieron que quienes encendían la chispa eran algunos de los mal llamados seguidores.

Después con el crecimiento de Martín Elías se trataron de revivir esos episodios, los que se abonaron con la separación de los grupos y el mal ambiente que quedó entre Silvestre y su ex acordeonero Juancho de la Espriella quienes por el nuevo método de las redes sociales lanzaban sus dardos.

Cortesía, mejor consejero
Pero apaciguados los ánimos, ya entendieron que la cortesía es mejor consejera, lo que acaba de quedar demostrado en reciente baile en Venezuela en donde Silvestre Y Martín se fundieron en un abrazo de amigos como lo debe ser han expresado los verdaderos seguidores del vallenato.

Los medios venezolanos vieron el gesto como un ejemplo de amistad y fraternidad en el que Silvestre invitó a Martin Elías a subirse a tarima en donde ambos se estaban presentando en la misma noche.

El concierto donde se emuló una especie de ‘pipa de la paz’ se llevó a cabo en el sitio AquAventura de Maracaibo el pasado miércoles 4 de julio, como testigos de este caballeresco gesto estaban las agrupaciones de Richard Deluque y José Villalobos; y Felipe Peláez con Manuel Julián.

Respecto a este tema en alguna oportunidad, la reconocida folclorista y presentadora María Lucía Lacutoure expresó:

“Es hora de anular el tema de quien es o quien no es el número uno, de quien vende más o de quien toca más, dedíquense a cultivarse como personas, a trabajar no para llenarse los bolsillos de dinero si no para complacer y satisfacer a los consumidores, de ser unos artistas en todo el sentido profesional de esta palabra y sobre todo de asumir con cordura la responsabilidad de ser un exponente del género musical que representa a Colombia en el mundo”.

Publicada por William Rosado Rincones/VANGUARDIA

Las viejas rencillas que en su momento se vivieron entre grupos vallenatos ya son cosas del pasado donde fueron evidentes actitudes hostiles entre algunos conjuntos que se peleaban la hegemonía y la popularidad del momento lo que llegó a tópicos como lanzarse improperios en los espectáculos y hasta la grabación de algunos temas que inyectaban la sátira.

Estas actitudes fueron cíclicas en el folclor, desde la misma aparición de los juglares hasta los tiempos contemporáneos, pero ya existe un grado de más civilidad teniendo en cuenta que antes por ejemplo se dieron casos en los que se llegó a pagar a los locutores para que rayaran los discos de determinados competidores para evitar su difusión.

En esta época tal vez la reyerta más evidente por estos ‘celos profesionales’ fue la vivida entre Silvestre Dangond y Piter Manjarrez; hace unos años en un espectáculo se gritaron de todo desde sus tarimas emulando el cuento del Flecha y la famosa doña Tulia que tiraba lengua de ‘pretil a pretil’; afortunadamente esa etapa se superó gracias a las buenas intenciones de ambos los que comprendieron que quienes encendían la chispa eran algunos de los mal llamados seguidores.

Después con el crecimiento de Martín Elías se trataron de revivir esos episodios, los que se abonaron con la separación de los grupos y el mal ambiente que quedó entre Silvestre y su ex acordeonero Juancho de la Espriella quienes por el nuevo método de las redes sociales lanzaban sus dardos.

Cortesía, mejor consejero
Pero apaciguados los ánimos, ya entendieron que la cortesía es mejor consejera, lo que acaba de quedar demostrado en reciente baile en Venezuela en donde Silvestre Y Martín se fundieron en un abrazo de amigos como lo debe ser han expresado los verdaderos seguidores del vallenato.

Los medios venezolanos vieron el gesto como un ejemplo de amistad y fraternidad en el que Silvestre invitó a Martin Elías a subirse a tarima en donde ambos se estaban presentando en la misma noche.

El concierto donde se emuló una especie de ‘pipa de la paz’ se llevó a cabo en el sitio AquAventura de Maracaibo el pasado miércoles 4 de julio, como testigos de este caballeresco gesto estaban las agrupaciones de Richard Deluque y José Villalobos; y Felipe Peláez con Manuel Julián.

Respecto a este tema en alguna oportunidad, la reconocida folclorista y presentadora María Lucía Lacutoure expresó:

“Es hora de anular el tema de quien es o quien no es el número uno, de quien vende más o de quien toca más, dedíquense a cultivarse como personas, a trabajar no para llenarse los bolsillos de dinero si no para complacer y satisfacer a los consumidores, de ser unos artistas en todo el sentido profesional de esta palabra y sobre todo de asumir con cordura la responsabilidad de ser un exponente del género musical que representa a Colombia en el mundo”.

Publicada por William Rosado Rincones/VANGUARDIA

Las viejas rencillas que en su momento se vivieron entre grupos vallenatos ya son cosas del pasado donde fueron evidentes actitudes hostiles entre algunos conjuntos que se peleaban la hegemonía y la popularidad del momento lo que llegó a tópicos como lanzarse improperios en los espectáculos y hasta la grabación de algunos temas que inyectaban la sátira.

Estas actitudes fueron cíclicas en el folclor, desde la misma aparición de los juglares hasta los tiempos contemporáneos, pero ya existe un grado de más civilidad teniendo en cuenta que antes por ejemplo se dieron casos en los que se llegó a pagar a los locutores para que rayaran los discos de determinados competidores para evitar su difusión.

En esta época tal vez la reyerta más evidente por estos ‘celos profesionales’ fue la vivida entre Silvestre Dangond y Piter Manjarrez; hace unos años en un espectáculo se gritaron de todo desde sus tarimas emulando el cuento del Flecha y la famosa doña Tulia que tiraba lengua de ‘pretil a pretil’; afortunadamente esa etapa se superó gracias a las buenas intenciones de ambos los que comprendieron que quienes encendían la chispa eran algunos de los mal llamados seguidores.

Después con el crecimiento de Martín Elías se trataron de revivir esos episodios, los que se abonaron con la separación de los grupos y el mal ambiente que quedó entre Silvestre y su ex acordeonero Juancho de la Espriella quienes por el nuevo método de las redes sociales lanzaban sus dardos.

Cortesía, mejor consejero
Pero apaciguados los ánimos, ya entendieron que la cortesía es mejor consejera, lo que acaba de quedar demostrado en reciente baile en Venezuela en donde Silvestre Y Martín se fundieron en un abrazo de amigos como lo debe ser han expresado los verdaderos seguidores del vallenato.

Los medios venezolanos vieron el gesto como un ejemplo de amistad y fraternidad en el que Silvestre invitó a Martin Elías a subirse a tarima en donde ambos se estaban presentando en la misma noche.

El concierto donde se emuló una especie de ‘pipa de la paz’ se llevó a cabo en el sitio AquAventura de Maracaibo el pasado miércoles 4 de julio, como testigos de este caballeresco gesto estaban las agrupaciones de Richard Deluque y José Villalobos; y Felipe Peláez con Manuel Julián.

Respecto a este tema en alguna oportunidad, la reconocida folclorista y presentadora María Lucía Lacutoure expresó:

“Es hora de anular el tema de quien es o quien no es el número uno, de quien vende más o de quien toca más, dedíquense a cultivarse como personas, a trabajar no para llenarse los bolsillos de dinero si no para complacer y satisfacer a los consumidores, de ser unos artistas en todo el sentido profesional de esta palabra y sobre todo de asumir con cordura la responsabilidad de ser un exponente del género musical que representa a Colombia en el mundo”.

Publicada por William Rosado Rincones/VANGUARDIA