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Emiliano Zuleta Baquero (1912 - 2005)

Fuente: Tomás Darío Gutiérrez Hinojosa: | Fecha: 2005-10-30 | Visitas: 17360

Emiliano Zuleta Baquero (1912 - 2005)

Este personaje es una verdadera institución en el folclor vallenato, uno de los primeros miembros de la “dinastía de los Zuleta”; su padre, Cristóbal Zuleta Bermúdez, valduparense de pura cepa, fue músico y cantante; su madre, “La Vieja Sara”, uno de los principales personajes de los cantos de Escalona; de su descendencia no es necesario hablar, pues la grandeza de sus hijos y nietos ante el folclor vallenato, es de reconocimiento nacional. El viejo Emiliano, a quien sus contemporáneos llamaron siempre Emilianito, nació el 11 de enero de 1912.

Habla el compositor:

1. Yo pasé toda mi niñez en Valledupar después de haber nacido en La Jagua del Pedregal; viví en el Valle, en la casa de la vieja Conchita Ustáriz, era concertado. Cuando eso Valledupar era un pueblecito de dos barrios: el Cañaguate y el Cerezo y además el Centro, sin luz, ni agua ni nada. Ahí viví hasta los 13 años.

2. En esa época había un acordeonero en La Jagua que se llamaba Juan Jacinto Lagos, y tocaba merengues; había otros pero esos eran músicos chapuceros.

3. Por esa época había un acordeonero famoso en Valledupar llamado Efraín Hernández, pero el más famoso de entonces era un Pedro Nolasco de allá de El Paso. Estando ya grande alcancé a parrandiá con el viejo Efraín y con Chiche Guerra. Yo también tocaba caja.

4. El primer acordeón que tuve me lo robé porque quería tener uno y no podía, entonces me lo robé y me fui a esconder a la Sierra; cuando aparecí, ya era acordeonero.

5. Siempre recuerdo la puya “La puerca mona” que sacó Francisco el Hombre y que por aquí la hizo famosa Chico Bolaños; él remedaba a la puerca y a los cochinitos con los bajos y los pitos del acordeón, decía que se lo había enseñado Francisco el Hombre cuando él empezaba.

6. Mi abuela cantaba un merengue de Francisco el Hombre que decía: “A mí me ha salido el diablo con figura ‘e vaca vieja, tiene el rabo colorado y amarillas las orejas”.

7. Después que me robé el acordeón mi afán era escondelo a’onde la “Vieja Sara” no se diera cuenta y al menor descuido ensayá pa’ aprendele algo a la puya.

8. Cuando ya aprendí a tocá bien me atreví a salí de la Sierra, entonces la preocupación era mi tío Francisco Salas, al que le había robado el acordeón; resolví llegá de madrugá y cantale un merengue que le había compuesto: “Le vivo rogando a Dios / que me perdone mi tío / por culpa de un acordeón / que yo me llevé escondío / Entonces salió riéndose: “Hombe, sobrino, si ya usté toca más que yo; yo creía que era Chico Bolaños; tome, llévese este otro que está mejor”. Entonces sí me volví una fiera con el acordeón.

9. En La Jagua entonces había mucho acordeonero, pero chapucero.

10. Una vez, cuando ya tocaba bien, me recogieron en La Jagua 11 pesos que valía un acordeón, fui a Valledupar y lo compré.

11. El mejor ejecutante que vi fue Carlos Araque; el otro fue Chico Bolaños, que además cantaba bonito, componía y también improvisaba.

12. Imagínese que una vez se le metió a la gente que yo ya podía tocá çon Chico Bolaños, esa fiera, y me obligaron; yo estaba muchacho, llegué a la parranda de atrevío, con un acordeoncito remendao con cabuya y le aflojé un verso a ese hombre que no tenía igual; casi no me deja terminá cuando me contestó:

“Aquí ha llegado Emiliano
y ha llegado como un loco,
con un machetico mocho
a matase con Bolaño”.

13. Ese Bolaño fue hombre tremendo, ¡carajo!

14. Antes uno tocaba solo, sin caja y sin guacharaca, todo era canto y acordeón.

15. En La Jagua hubo un cajero que quizás ha sido el mejor, se llamaba Pedro Vega; la caja de esa época era de dos parches. La guacharaca tenía más de un metro.

16. Cuando yo empecé ya había merengue, puya y son. Lo que pasaba era que aquí paseo y son se llamaban son, después uno los diferenció con el toque.

17. En el año 1943 conocí en Caracolí, Sabana e’ Manuela, a un viejito como de 100 años que había sido famoso acordeonero; le decían Nandito el Cubano. El me contó que Francisco el Hombre no lo había dejado sobresalir porque decía que él era el mejor. Me contó que había compuesto un fox-trot en donde imitaba con el acordeón todo lo que hacía una cataneja volando.

18. Por aquí hubo mucha gaita, yo toqué carrizo muy bien, a mí me enseñó un señor villanuevero llamado Cayetano Atencio; ese era un gran gaitero.

19. Por aquí por La Jagua, Villanueva y Urumita hubo mucha gaita; la gaita de aquí era un carrizo de cinco huecos, una caja de dos parches y una guacharaca. En Guacoche también hubo mucho carrizo.

20. Cuando yo estaba niño en Valledupar, fui en una jarria de mulas a Plato a llevar una carga; como dormimos en Las Pavas, allá conocí a Eusebio Ayala, que era el hombre que más tocaba bajos.

21. En toda esta región de Valledupar a Fonseca hubo muchos acordeoneros grandes antes de mi época: Francisco el Hombre, Juan Solano, Fruto Peñaranda, Luis Pitre, Carlos Araque, Rafael Enrique Daza, Juan Muñoz, Efraín Hernández, Chico Bolaños y muchos otros.

22. El primer acordeonero bueno que hubo en Villanueva fue Rafael Enrique Daza, porque Manano Canmerer y Antonio Amaya eran tocadores de colitas; había por ahí chapuceros tocadores de fiestas. Después llegó mi compadre Colástico Romero: ese sí era bueno, compuso poco, pero bien.

23. Yo desde pelao compuse y canté décimas. La décima se compone de 44 versos: la cabecilla de cuatro, y cuatro versos de diez. La primera décima que yo hice se llamó el dividivi.

24. Las décimas eran algo muy importante, por aquí se cantaban mucho; cuando moría un niño el velamiento era con décimas.

Tomado de: Tomás Darío Gutiérrez Hinojosa: "Cultura vallenata: Origen, teorías y pruebas". Editorial Plaza y Janes, 1989


Algunas canciones del compositor (fragmentos):


La gota fría
Acordate Moralito de aquel día
que estuviste en Urumita y no quisiste hacer parada;
te fuiste de mañanita, sería de la misma rabia (bis).

En mis notas soy extenso,
a mí nadie me corrige; para tocar con Lorenzo
mañana sábado día 'e la Virgen.

Coro
Me lleva él o me lo llevo yo
pa' que se acabe la vaina;
ay Morale a mí no me lleva
porque no me da la gana.

Qué cultura, qué cultura va a tener,
un negro yumeca como Lorenzo Morales;
qué cultura va tené, si nació en los cardonale (bis).
Morales mienta a mi mama
solamente pa' ofendé;
para que él también se ofenda
ahora le miento la d'él (bis).


La Carta (respuesta de Lorenzo Morales a "La gota fría", fragmento)
Le mandé a decí a Emiliano Zuleta
que para los carnavales me espere,
que quiere tocar las teclas conmigo
y así como yo le digo él no puede.

Emiliano está inocente, compadre,
que ya Moralito vino a su tierra;
está en una carta escrita en el Valle
pa' mandásela a Emiliano a la sierra.


Si Emilianito supiera, compadre, la
rutina de Lorenzo Miguel,
no saldría más a la calle
y tampoco se metiera con él.


Carmen Díaz

Me le dice a Carmen Díaz
que sufra y tenga paciencia
pues ella muy bien sabía
que Emiliano es sinvergüenza (bis).

Me siento lo más contento
porque decidí casarme,
si me caso en otros tiempos
me vuelvo a casar con Carmen (bis).

Tomado de: Luis Mendoza Sierra: "La gota fría". Colección Río Magdalena

Documentación suministrada por el Centro de Documentación Musical del Río Magdalena y el Caribe Colombiano (bibcomfa@metrotel.net.co)

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Emiliano Zuleta Baquero (1912 - 2005)

Fuente: Tomás Darío Gutiérrez Hinojosa: | Fecha: 2005-10-30 | Visitas: 17360

Emiliano Zuleta Baquero (1912 - 2005)

Este personaje es una verdadera institución en el folclor vallenato, uno de los primeros miembros de la “dinastía de los Zuleta”; su padre, Cristóbal Zuleta Bermúdez, valduparense de pura cepa, fue músico y cantante; su madre, “La Vieja Sara”, uno de los principales personajes de los cantos de Escalona; de su descendencia no es necesario hablar, pues la grandeza de sus hijos y nietos ante el folclor vallenato, es de reconocimiento nacional. El viejo Emiliano, a quien sus contemporáneos llamaron siempre Emilianito, nació el 11 de enero de 1912.

Habla el compositor:

1. Yo pasé toda mi niñez en Valledupar después de haber nacido en La Jagua del Pedregal; viví en el Valle, en la casa de la vieja Conchita Ustáriz, era concertado. Cuando eso Valledupar era un pueblecito de dos barrios: el Cañaguate y el Cerezo y además el Centro, sin luz, ni agua ni nada. Ahí viví hasta los 13 años.

2. En esa época había un acordeonero en La Jagua que se llamaba Juan Jacinto Lagos, y tocaba merengues; había otros pero esos eran músicos chapuceros.

3. Por esa época había un acordeonero famoso en Valledupar llamado Efraín Hernández, pero el más famoso de entonces era un Pedro Nolasco de allá de El Paso. Estando ya grande alcancé a parrandiá con el viejo Efraín y con Chiche Guerra. Yo también tocaba caja.

4. El primer acordeón que tuve me lo robé porque quería tener uno y no podía, entonces me lo robé y me fui a esconder a la Sierra; cuando aparecí, ya era acordeonero.

5. Siempre recuerdo la puya “La puerca mona” que sacó Francisco el Hombre y que por aquí la hizo famosa Chico Bolaños; él remedaba a la puerca y a los cochinitos con los bajos y los pitos del acordeón, decía que se lo había enseñado Francisco el Hombre cuando él empezaba.

6. Mi abuela cantaba un merengue de Francisco el Hombre que decía: “A mí me ha salido el diablo con figura ‘e vaca vieja, tiene el rabo colorado y amarillas las orejas”.

7. Después que me robé el acordeón mi afán era escondelo a’onde la “Vieja Sara” no se diera cuenta y al menor descuido ensayá pa’ aprendele algo a la puya.

8. Cuando ya aprendí a tocá bien me atreví a salí de la Sierra, entonces la preocupación era mi tío Francisco Salas, al que le había robado el acordeón; resolví llegá de madrugá y cantale un merengue que le había compuesto: “Le vivo rogando a Dios / que me perdone mi tío / por culpa de un acordeón / que yo me llevé escondío / Entonces salió riéndose: “Hombe, sobrino, si ya usté toca más que yo; yo creía que era Chico Bolaños; tome, llévese este otro que está mejor”. Entonces sí me volví una fiera con el acordeón.

9. En La Jagua entonces había mucho acordeonero, pero chapucero.

10. Una vez, cuando ya tocaba bien, me recogieron en La Jagua 11 pesos que valía un acordeón, fui a Valledupar y lo compré.

11. El mejor ejecutante que vi fue Carlos Araque; el otro fue Chico Bolaños, que además cantaba bonito, componía y también improvisaba.

12. Imagínese que una vez se le metió a la gente que yo ya podía tocá çon Chico Bolaños, esa fiera, y me obligaron; yo estaba muchacho, llegué a la parranda de atrevío, con un acordeoncito remendao con cabuya y le aflojé un verso a ese hombre que no tenía igual; casi no me deja terminá cuando me contestó:

“Aquí ha llegado Emiliano
y ha llegado como un loco,
con un machetico mocho
a matase con Bolaño”.

13. Ese Bolaño fue hombre tremendo, ¡carajo!

14. Antes uno tocaba solo, sin caja y sin guacharaca, todo era canto y acordeón.

15. En La Jagua hubo un cajero que quizás ha sido el mejor, se llamaba Pedro Vega; la caja de esa época era de dos parches. La guacharaca tenía más de un metro.

16. Cuando yo empecé ya había merengue, puya y son. Lo que pasaba era que aquí paseo y son se llamaban son, después uno los diferenció con el toque.

17. En el año 1943 conocí en Caracolí, Sabana e’ Manuela, a un viejito como de 100 años que había sido famoso acordeonero; le decían Nandito el Cubano. El me contó que Francisco el Hombre no lo había dejado sobresalir porque decía que él era el mejor. Me contó que había compuesto un fox-trot en donde imitaba con el acordeón todo lo que hacía una cataneja volando.

18. Por aquí hubo mucha gaita, yo toqué carrizo muy bien, a mí me enseñó un señor villanuevero llamado Cayetano Atencio; ese era un gran gaitero.

19. Por aquí por La Jagua, Villanueva y Urumita hubo mucha gaita; la gaita de aquí era un carrizo de cinco huecos, una caja de dos parches y una guacharaca. En Guacoche también hubo mucho carrizo.

20. Cuando yo estaba niño en Valledupar, fui en una jarria de mulas a Plato a llevar una carga; como dormimos en Las Pavas, allá conocí a Eusebio Ayala, que era el hombre que más tocaba bajos.

21. En toda esta región de Valledupar a Fonseca hubo muchos acordeoneros grandes antes de mi época: Francisco el Hombre, Juan Solano, Fruto Peñaranda, Luis Pitre, Carlos Araque, Rafael Enrique Daza, Juan Muñoz, Efraín Hernández, Chico Bolaños y muchos otros.

22. El primer acordeonero bueno que hubo en Villanueva fue Rafael Enrique Daza, porque Manano Canmerer y Antonio Amaya eran tocadores de colitas; había por ahí chapuceros tocadores de fiestas. Después llegó mi compadre Colástico Romero: ese sí era bueno, compuso poco, pero bien.

23. Yo desde pelao compuse y canté décimas. La décima se compone de 44 versos: la cabecilla de cuatro, y cuatro versos de diez. La primera décima que yo hice se llamó el dividivi.

24. Las décimas eran algo muy importante, por aquí se cantaban mucho; cuando moría un niño el velamiento era con décimas.

Tomado de: Tomás Darío Gutiérrez Hinojosa: "Cultura vallenata: Origen, teorías y pruebas". Editorial Plaza y Janes, 1989


Algunas canciones del compositor (fragmentos):


La gota fría
Acordate Moralito de aquel día
que estuviste en Urumita y no quisiste hacer parada;
te fuiste de mañanita, sería de la misma rabia (bis).

En mis notas soy extenso,
a mí nadie me corrige; para tocar con Lorenzo
mañana sábado día 'e la Virgen.

Coro
Me lleva él o me lo llevo yo
pa' que se acabe la vaina;
ay Morale a mí no me lleva
porque no me da la gana.

Qué cultura, qué cultura va a tener,
un negro yumeca como Lorenzo Morales;
qué cultura va tené, si nació en los cardonale (bis).
Morales mienta a mi mama
solamente pa' ofendé;
para que él también se ofenda
ahora le miento la d'él (bis).


La Carta (respuesta de Lorenzo Morales a "La gota fría", fragmento)
Le mandé a decí a Emiliano Zuleta
que para los carnavales me espere,
que quiere tocar las teclas conmigo
y así como yo le digo él no puede.

Emiliano está inocente, compadre,
que ya Moralito vino a su tierra;
está en una carta escrita en el Valle
pa' mandásela a Emiliano a la sierra.


Si Emilianito supiera, compadre, la
rutina de Lorenzo Miguel,
no saldría más a la calle
y tampoco se metiera con él.


Carmen Díaz

Me le dice a Carmen Díaz
que sufra y tenga paciencia
pues ella muy bien sabía
que Emiliano es sinvergüenza (bis).

Me siento lo más contento
porque decidí casarme,
si me caso en otros tiempos
me vuelvo a casar con Carmen (bis).

Tomado de: Luis Mendoza Sierra: "La gota fría". Colección Río Magdalena

Documentación suministrada por el Centro de Documentación Musical del Río Magdalena y el Caribe Colombiano (bibcomfa@metrotel.net.co)

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Emiliano Zuleta Baquero (1912 - 2005)

Fuente: Tomás Darío Gutiérrez Hinojosa: | Fecha: 2005-10-30 | Visitas: 17360

Emiliano Zuleta Baquero (1912 - 2005)

Este personaje es una verdadera institución en el folclor vallenato, uno de los primeros miembros de la “dinastía de los Zuleta”; su padre, Cristóbal Zuleta Bermúdez, valduparense de pura cepa, fue músico y cantante; su madre, “La Vieja Sara”, uno de los principales personajes de los cantos de Escalona; de su descendencia no es necesario hablar, pues la grandeza de sus hijos y nietos ante el folclor vallenato, es de reconocimiento nacional. El viejo Emiliano, a quien sus contemporáneos llamaron siempre Emilianito, nació el 11 de enero de 1912.

Habla el compositor:

1. Yo pasé toda mi niñez en Valledupar después de haber nacido en La Jagua del Pedregal; viví en el Valle, en la casa de la vieja Conchita Ustáriz, era concertado. Cuando eso Valledupar era un pueblecito de dos barrios: el Cañaguate y el Cerezo y además el Centro, sin luz, ni agua ni nada. Ahí viví hasta los 13 años.

2. En esa época había un acordeonero en La Jagua que se llamaba Juan Jacinto Lagos, y tocaba merengues; había otros pero esos eran músicos chapuceros.

3. Por esa época había un acordeonero famoso en Valledupar llamado Efraín Hernández, pero el más famoso de entonces era un Pedro Nolasco de allá de El Paso. Estando ya grande alcancé a parrandiá con el viejo Efraín y con Chiche Guerra. Yo también tocaba caja.

4. El primer acordeón que tuve me lo robé porque quería tener uno y no podía, entonces me lo robé y me fui a esconder a la Sierra; cuando aparecí, ya era acordeonero.

5. Siempre recuerdo la puya “La puerca mona” que sacó Francisco el Hombre y que por aquí la hizo famosa Chico Bolaños; él remedaba a la puerca y a los cochinitos con los bajos y los pitos del acordeón, decía que se lo había enseñado Francisco el Hombre cuando él empezaba.

6. Mi abuela cantaba un merengue de Francisco el Hombre que decía: “A mí me ha salido el diablo con figura ‘e vaca vieja, tiene el rabo colorado y amarillas las orejas”.

7. Después que me robé el acordeón mi afán era escondelo a’onde la “Vieja Sara” no se diera cuenta y al menor descuido ensayá pa’ aprendele algo a la puya.

8. Cuando ya aprendí a tocá bien me atreví a salí de la Sierra, entonces la preocupación era mi tío Francisco Salas, al que le había robado el acordeón; resolví llegá de madrugá y cantale un merengue que le había compuesto: “Le vivo rogando a Dios / que me perdone mi tío / por culpa de un acordeón / que yo me llevé escondío / Entonces salió riéndose: “Hombe, sobrino, si ya usté toca más que yo; yo creía que era Chico Bolaños; tome, llévese este otro que está mejor”. Entonces sí me volví una fiera con el acordeón.

9. En La Jagua entonces había mucho acordeonero, pero chapucero.

10. Una vez, cuando ya tocaba bien, me recogieron en La Jagua 11 pesos que valía un acordeón, fui a Valledupar y lo compré.

11. El mejor ejecutante que vi fue Carlos Araque; el otro fue Chico Bolaños, que además cantaba bonito, componía y también improvisaba.

12. Imagínese que una vez se le metió a la gente que yo ya podía tocá çon Chico Bolaños, esa fiera, y me obligaron; yo estaba muchacho, llegué a la parranda de atrevío, con un acordeoncito remendao con cabuya y le aflojé un verso a ese hombre que no tenía igual; casi no me deja terminá cuando me contestó:

“Aquí ha llegado Emiliano
y ha llegado como un loco,
con un machetico mocho
a matase con Bolaño”.

13. Ese Bolaño fue hombre tremendo, ¡carajo!

14. Antes uno tocaba solo, sin caja y sin guacharaca, todo era canto y acordeón.

15. En La Jagua hubo un cajero que quizás ha sido el mejor, se llamaba Pedro Vega; la caja de esa época era de dos parches. La guacharaca tenía más de un metro.

16. Cuando yo empecé ya había merengue, puya y son. Lo que pasaba era que aquí paseo y son se llamaban son, después uno los diferenció con el toque.

17. En el año 1943 conocí en Caracolí, Sabana e’ Manuela, a un viejito como de 100 años que había sido famoso acordeonero; le decían Nandito el Cubano. El me contó que Francisco el Hombre no lo había dejado sobresalir porque decía que él era el mejor. Me contó que había compuesto un fox-trot en donde imitaba con el acordeón todo lo que hacía una cataneja volando.

18. Por aquí hubo mucha gaita, yo toqué carrizo muy bien, a mí me enseñó un señor villanuevero llamado Cayetano Atencio; ese era un gran gaitero.

19. Por aquí por La Jagua, Villanueva y Urumita hubo mucha gaita; la gaita de aquí era un carrizo de cinco huecos, una caja de dos parches y una guacharaca. En Guacoche también hubo mucho carrizo.

20. Cuando yo estaba niño en Valledupar, fui en una jarria de mulas a Plato a llevar una carga; como dormimos en Las Pavas, allá conocí a Eusebio Ayala, que era el hombre que más tocaba bajos.

21. En toda esta región de Valledupar a Fonseca hubo muchos acordeoneros grandes antes de mi época: Francisco el Hombre, Juan Solano, Fruto Peñaranda, Luis Pitre, Carlos Araque, Rafael Enrique Daza, Juan Muñoz, Efraín Hernández, Chico Bolaños y muchos otros.

22. El primer acordeonero bueno que hubo en Villanueva fue Rafael Enrique Daza, porque Manano Canmerer y Antonio Amaya eran tocadores de colitas; había por ahí chapuceros tocadores de fiestas. Después llegó mi compadre Colástico Romero: ese sí era bueno, compuso poco, pero bien.

23. Yo desde pelao compuse y canté décimas. La décima se compone de 44 versos: la cabecilla de cuatro, y cuatro versos de diez. La primera décima que yo hice se llamó el dividivi.

24. Las décimas eran algo muy importante, por aquí se cantaban mucho; cuando moría un niño el velamiento era con décimas.

Tomado de: Tomás Darío Gutiérrez Hinojosa: "Cultura vallenata: Origen, teorías y pruebas". Editorial Plaza y Janes, 1989


Algunas canciones del compositor (fragmentos):


La gota fría
Acordate Moralito de aquel día
que estuviste en Urumita y no quisiste hacer parada;
te fuiste de mañanita, sería de la misma rabia (bis).

En mis notas soy extenso,
a mí nadie me corrige; para tocar con Lorenzo
mañana sábado día 'e la Virgen.

Coro
Me lleva él o me lo llevo yo
pa' que se acabe la vaina;
ay Morale a mí no me lleva
porque no me da la gana.

Qué cultura, qué cultura va a tener,
un negro yumeca como Lorenzo Morales;
qué cultura va tené, si nació en los cardonale (bis).
Morales mienta a mi mama
solamente pa' ofendé;
para que él también se ofenda
ahora le miento la d'él (bis).


La Carta (respuesta de Lorenzo Morales a "La gota fría", fragmento)
Le mandé a decí a Emiliano Zuleta
que para los carnavales me espere,
que quiere tocar las teclas conmigo
y así como yo le digo él no puede.

Emiliano está inocente, compadre,
que ya Moralito vino a su tierra;
está en una carta escrita en el Valle
pa' mandásela a Emiliano a la sierra.


Si Emilianito supiera, compadre, la
rutina de Lorenzo Miguel,
no saldría más a la calle
y tampoco se metiera con él.


Carmen Díaz

Me le dice a Carmen Díaz
que sufra y tenga paciencia
pues ella muy bien sabía
que Emiliano es sinvergüenza (bis).

Me siento lo más contento
porque decidí casarme,
si me caso en otros tiempos
me vuelvo a casar con Carmen (bis).

Tomado de: Luis Mendoza Sierra: "La gota fría". Colección Río Magdalena

Documentación suministrada por el Centro de Documentación Musical del Río Magdalena y el Caribe Colombiano (bibcomfa@metrotel.net.co)

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