Noticias

Volver

El Mundial de Peter Manjarres

Fuente: dobleZZeta @dobleZZeta – www.doblezzeta.co | Fecha: 2014-06-04 | Visitas: 1987

El Mundial de Peter Manjarres

Al sentarme a escribir este post, me siento como el aficionado al fútbol del interior de Colombia, a quien unos días antes de la inauguración del máximo evento de ese deporte, le llegó un email que tenía como título: te vas para el mundial. La emoción propia de semejante noticia llevó a dicho personaje a escribirles a sus allegados, participándoles de su logro, sin detenerse a revisar el contenido del mensaje. Cuando tuvo tiempo y quiso ver los detalles en el correo electrónico, se encontró con que al mundial que debía ir para dejar sus impresiones, no era el que estaba en boca de todos y se celebraría en Brasil. No, a él lo estaban invitando a cubrir un mundial, uno que se celebraría con representantes de los mismos países asistentes a la tierra de la samba y un esférico como eje central del mismo, solo que no era el Brazuca –balón oficial de Brasil 2014-, y tenía como sede una ciudad al norte de su Colombia. Al pobre hombre lo habían enviado a cubrir un mundial de Bola e´trapo.
Después de leer el título y encontrarse con ese primer párrafo, se estará preguntando: ¿qué tiene que ver una cosa con la otra? Le cuento que mucho. Cuando tuve la idea de hacerme a un espacio en internet para desarrollar temas que me apasionaban –vallenato y fútbol-, no imaginé que llegara a escribir sobre personas y/o situaciones que, aun estando en esas dos categorías, despertarán poco mi interés. Peter Manjarres, se convirtió en algún momento de mi vida, en ese artista que por más que hiciera música para el género que me apasionaba, siempre encontró un pero de mi parte. Situación que se fue acrecentando a medida que fue avanzando su carrera, hasta el punto que, al día de hoy, son pocas las canciones de sus últimos CD que suelo escuchar cuando intento desconectarme de la realidad en medio de un par de audífonos y un reproductor de música. Así qué, veo necesario hacer esa pequeña salvedad, por si encuentra en lo que leerá a continuación sobre su más reciente proyecto musical, impresiones sesgadas.

A Peter se le pueden enrostrar sus falencias musicales, pero nunca desconocerle el lograr los objetivos que se propone muy a pesar de ellas. Antes que cantante de Vallenato, el señor Manjarres, es un estratega. No es casualidad que el lanzamiento de su CD haya coincidido con los primeros capítulos que se emiten en horario triple A del Canal RCN, de un modelo de reality muy exitoso en muchos países –Idol Colombia-, donde él es jurado de futuras estrellas de la música y, la exposición y recordación de su imagen se multiplicará. Tampoco es casual que haya escogido para presentar sus canciones en vivo, el día que la selección colombiana de futbol, jugaba uno de sus últimos partidos de preparación antes de debutar en el MUNDIAL; momento propicio para que el entusiasmo que genera el equipo de Pekerman, influyera en el colectivo y contribuyera a hacer más fácil la titánica tarea de llenar el Parque de la Leyenda Vallenata. Y mucho menos podría ser producto del azar, que su proyecto musical haya dejado de ser inédito pocos días antes de la fecha límite que tiene la Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación, para que las producciones que se han hecho en el Vallenato en los últimos doce meses, puedan ser inscritas y así poder optar por el Grammy Latino que ellos entregan. Peter, seguramente, va por la tercera estatuilla que certifique la calidad y éxito de su último CD, sin importar lo que la crítica pueda opinar acerca del mismo.

Hay dos temas sensibles que me gustaría exponer antes de pasar a dar mis apreciaciones sobre lo que decidió ofrecernos Peter en su Mundial. El primero, es referente al sonido. La calidad de lo que suele entregar el caballero en sus producciones musicales, no se discute, es limpia y moderna -otra gran virtud que tiene el señor es la de saberse rodear de excelentes músicos-. Pero, siento que con cada nuevo trabajo, llega un sonido más tecnológico, más plástico. Sí, reconozco que soy conservador en ese sentido, me gustan que los sonidos propios del Vallenato sobresalgan, que no se pierdan entre baterías y artificios de la consola. Y la falla no solo la encuentro con Manjarres, podría decir que a los últimos sonidos que han dejado los productores, se les podría reemplazar el cantante sin llegarse a notar. La ausencia de personas con conceptos diferentes puede ser una causa, o, quizá, que canto y acordeón, se deciden siempre por el mismo productor.

La otra situación tiene que ver con su compañero de fórmula. Sergio Luis, goza de un buen nombre dentro del folclor. De hecho, estoy convencido que sobre sus hombros, recae gran parte de la responsabilidad de lo que bien ofrecen en cada CD y en vivo. Es un artista completo, porque compone, produce y toca el acordeón comercial y también festivalero. Pero, en este trabajo musical, siento que ha llegado al techo de lo que puede ofrecer en esas facetas con Peter Manjarres. Los casi 10 años que lleva a su lado le han servido para adquirir experiencia, pero también, para dejar en el ambiente que su talento está estancado. Prueba de ello es su faceta como compositor. Hace un par de años, sorprendía al mundo Vallenato dejando canciones totalmente diferentes a las que nos tenía acostumbrados con Peter. Igual puede pasar con su acordeón. El rey Vallenato, llegó para reemplazar a un grande como Franco Arguelles, le tocó mantenerse en ese estilo del que no se ha podido o querido mover, me inclino por la primera situación. No me sorprendería si después de pasada la euforia que deja el lanzamiento del nuevo proyecto musical, los dos artistas deciden por mutuo acuerdo, iniciar nuevos proyectos.

Entrados en materia, y después de escucharlo todo el fin de semana, pienso que Peter volvió para traernos un CD propio del estilo que ha venido formándose desde hace 10 años. Estilo al que trató de darle la vuelta en la producción pasada –Bendecido-, incluyendo temas con mayor contenido en letra, pero que al parecer le hicieron alejarse de su público objetivo, el juvenil. En Mundial, encontramos 15 canciones, de las cuales, tres cuartas partes están hechas para llegarle a ese mercado: música de fácil recordación, con temática actual, discotequera, propia de una juventud bastante influenciada en los últimos años por el reggaetón y recientemente por la champeta. Descalificarle por serle fiel a lo que le ha posicionado en la música colombiana, me parece atrevido. Hoy, Manjarres, está donde está por no experimentar y querer revolucionar o evolucionar. No sé cuántas canciones de éstas quedarán en el catálogo histórico de éxitos del Vallenato, pero sí estoy convencido que muchas de esas se repetirán hasta la saciedad en las principales emisoras radiales, llegando con facilidad a posicionarse en bares y discotecas, hasta cuando cumpla el ciclo y sea reemplazada por una nueva, sea de él o de otro artista. Porque si algo sabe hacer muy bien Peter Manjarres, como lo describí en un párrafo anterior, es saberse vender, promocionarse.
Llegado hasta acá, me sigo sintiendo como el cachaco al que mandaron a cubrir el mundial de bola e´trapo. Sí, es Vallenato sobre lo que he escrito, pero me hubiera sentido más contento si Peter me hubiera dado suficientes argumentos musicales para intentar clasificar su CD con detalle. Hoy, he notado que todos hablan de la gesta que bien supo realizar, al llenar en su lanzamiento en vivo, el lugar que tenía como único dueño al señor de la mancha roja. Hoy, vuelvo a confirmar que Peter Manjarres es más que un cantante Vallenato, es un gran estratega artístico, desbordándome en elogios, diría que es de talla mundial.


También me puedes leer en twitter: @dobleZZeta – www.doblezzeta.co

Las opiniones expresadas en este articulo son de exclusiva responsabilidad del autor y no reflejan,necesariamente, los puntos de vista de ElVallenato.com

Mas Noticias

Noticias

El Mundial de Peter Manjarres

Fuente: dobleZZeta @dobleZZeta – www.doblezzeta.co | Fecha: 2014-06-04 | Visitas: 1987

El Mundial de Peter Manjarres

Al sentarme a escribir este post, me siento como el aficionado al fútbol del interior de Colombia, a quien unos días antes de la inauguración del máximo evento de ese deporte, le llegó un email que tenía como título: te vas para el mundial. La emoción propia de semejante noticia llevó a dicho personaje a escribirles a sus allegados, participándoles de su logro, sin detenerse a revisar el contenido del mensaje. Cuando tuvo tiempo y quiso ver los detalles en el correo electrónico, se encontró con que al mundial que debía ir para dejar sus impresiones, no era el que estaba en boca de todos y se celebraría en Brasil. No, a él lo estaban invitando a cubrir un mundial, uno que se celebraría con representantes de los mismos países asistentes a la tierra de la samba y un esférico como eje central del mismo, solo que no era el Brazuca –balón oficial de Brasil 2014-, y tenía como sede una ciudad al norte de su Colombia. Al pobre hombre lo habían enviado a cubrir un mundial de Bola e´trapo.
Después de leer el título y encontrarse con ese primer párrafo, se estará preguntando: ¿qué tiene que ver una cosa con la otra? Le cuento que mucho. Cuando tuve la idea de hacerme a un espacio en internet para desarrollar temas que me apasionaban –vallenato y fútbol-, no imaginé que llegara a escribir sobre personas y/o situaciones que, aun estando en esas dos categorías, despertarán poco mi interés. Peter Manjarres, se convirtió en algún momento de mi vida, en ese artista que por más que hiciera música para el género que me apasionaba, siempre encontró un pero de mi parte. Situación que se fue acrecentando a medida que fue avanzando su carrera, hasta el punto que, al día de hoy, son pocas las canciones de sus últimos CD que suelo escuchar cuando intento desconectarme de la realidad en medio de un par de audífonos y un reproductor de música. Así qué, veo necesario hacer esa pequeña salvedad, por si encuentra en lo que leerá a continuación sobre su más reciente proyecto musical, impresiones sesgadas.

A Peter se le pueden enrostrar sus falencias musicales, pero nunca desconocerle el lograr los objetivos que se propone muy a pesar de ellas. Antes que cantante de Vallenato, el señor Manjarres, es un estratega. No es casualidad que el lanzamiento de su CD haya coincidido con los primeros capítulos que se emiten en horario triple A del Canal RCN, de un modelo de reality muy exitoso en muchos países –Idol Colombia-, donde él es jurado de futuras estrellas de la música y, la exposición y recordación de su imagen se multiplicará. Tampoco es casual que haya escogido para presentar sus canciones en vivo, el día que la selección colombiana de futbol, jugaba uno de sus últimos partidos de preparación antes de debutar en el MUNDIAL; momento propicio para que el entusiasmo que genera el equipo de Pekerman, influyera en el colectivo y contribuyera a hacer más fácil la titánica tarea de llenar el Parque de la Leyenda Vallenata. Y mucho menos podría ser producto del azar, que su proyecto musical haya dejado de ser inédito pocos días antes de la fecha límite que tiene la Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación, para que las producciones que se han hecho en el Vallenato en los últimos doce meses, puedan ser inscritas y así poder optar por el Grammy Latino que ellos entregan. Peter, seguramente, va por la tercera estatuilla que certifique la calidad y éxito de su último CD, sin importar lo que la crítica pueda opinar acerca del mismo.

Hay dos temas sensibles que me gustaría exponer antes de pasar a dar mis apreciaciones sobre lo que decidió ofrecernos Peter en su Mundial. El primero, es referente al sonido. La calidad de lo que suele entregar el caballero en sus producciones musicales, no se discute, es limpia y moderna -otra gran virtud que tiene el señor es la de saberse rodear de excelentes músicos-. Pero, siento que con cada nuevo trabajo, llega un sonido más tecnológico, más plástico. Sí, reconozco que soy conservador en ese sentido, me gustan que los sonidos propios del Vallenato sobresalgan, que no se pierdan entre baterías y artificios de la consola. Y la falla no solo la encuentro con Manjarres, podría decir que a los últimos sonidos que han dejado los productores, se les podría reemplazar el cantante sin llegarse a notar. La ausencia de personas con conceptos diferentes puede ser una causa, o, quizá, que canto y acordeón, se deciden siempre por el mismo productor.

La otra situación tiene que ver con su compañero de fórmula. Sergio Luis, goza de un buen nombre dentro del folclor. De hecho, estoy convencido que sobre sus hombros, recae gran parte de la responsabilidad de lo que bien ofrecen en cada CD y en vivo. Es un artista completo, porque compone, produce y toca el acordeón comercial y también festivalero. Pero, en este trabajo musical, siento que ha llegado al techo de lo que puede ofrecer en esas facetas con Peter Manjarres. Los casi 10 años que lleva a su lado le han servido para adquirir experiencia, pero también, para dejar en el ambiente que su talento está estancado. Prueba de ello es su faceta como compositor. Hace un par de años, sorprendía al mundo Vallenato dejando canciones totalmente diferentes a las que nos tenía acostumbrados con Peter. Igual puede pasar con su acordeón. El rey Vallenato, llegó para reemplazar a un grande como Franco Arguelles, le tocó mantenerse en ese estilo del que no se ha podido o querido mover, me inclino por la primera situación. No me sorprendería si después de pasada la euforia que deja el lanzamiento del nuevo proyecto musical, los dos artistas deciden por mutuo acuerdo, iniciar nuevos proyectos.

Entrados en materia, y después de escucharlo todo el fin de semana, pienso que Peter volvió para traernos un CD propio del estilo que ha venido formándose desde hace 10 años. Estilo al que trató de darle la vuelta en la producción pasada –Bendecido-, incluyendo temas con mayor contenido en letra, pero que al parecer le hicieron alejarse de su público objetivo, el juvenil. En Mundial, encontramos 15 canciones, de las cuales, tres cuartas partes están hechas para llegarle a ese mercado: música de fácil recordación, con temática actual, discotequera, propia de una juventud bastante influenciada en los últimos años por el reggaetón y recientemente por la champeta. Descalificarle por serle fiel a lo que le ha posicionado en la música colombiana, me parece atrevido. Hoy, Manjarres, está donde está por no experimentar y querer revolucionar o evolucionar. No sé cuántas canciones de éstas quedarán en el catálogo histórico de éxitos del Vallenato, pero sí estoy convencido que muchas de esas se repetirán hasta la saciedad en las principales emisoras radiales, llegando con facilidad a posicionarse en bares y discotecas, hasta cuando cumpla el ciclo y sea reemplazada por una nueva, sea de él o de otro artista. Porque si algo sabe hacer muy bien Peter Manjarres, como lo describí en un párrafo anterior, es saberse vender, promocionarse.
Llegado hasta acá, me sigo sintiendo como el cachaco al que mandaron a cubrir el mundial de bola e´trapo. Sí, es Vallenato sobre lo que he escrito, pero me hubiera sentido más contento si Peter me hubiera dado suficientes argumentos musicales para intentar clasificar su CD con detalle. Hoy, he notado que todos hablan de la gesta que bien supo realizar, al llenar en su lanzamiento en vivo, el lugar que tenía como único dueño al señor de la mancha roja. Hoy, vuelvo a confirmar que Peter Manjarres es más que un cantante Vallenato, es un gran estratega artístico, desbordándome en elogios, diría que es de talla mundial.


También me puedes leer en twitter: @dobleZZeta – www.doblezzeta.co

Las opiniones expresadas en este articulo son de exclusiva responsabilidad del autor y no reflejan,necesariamente, los puntos de vista de ElVallenato.com

Mas Noticias

Noticias

El Mundial de Peter Manjarres

Fuente: dobleZZeta @dobleZZeta – www.doblezzeta.co | Fecha: 2014-06-04 | Visitas: 1987

El Mundial de Peter Manjarres

Al sentarme a escribir este post, me siento como el aficionado al fútbol del interior de Colombia, a quien unos días antes de la inauguración del máximo evento de ese deporte, le llegó un email que tenía como título: te vas para el mundial. La emoción propia de semejante noticia llevó a dicho personaje a escribirles a sus allegados, participándoles de su logro, sin detenerse a revisar el contenido del mensaje. Cuando tuvo tiempo y quiso ver los detalles en el correo electrónico, se encontró con que al mundial que debía ir para dejar sus impresiones, no era el que estaba en boca de todos y se celebraría en Brasil. No, a él lo estaban invitando a cubrir un mundial, uno que se celebraría con representantes de los mismos países asistentes a la tierra de la samba y un esférico como eje central del mismo, solo que no era el Brazuca –balón oficial de Brasil 2014-, y tenía como sede una ciudad al norte de su Colombia. Al pobre hombre lo habían enviado a cubrir un mundial de Bola e´trapo.
Después de leer el título y encontrarse con ese primer párrafo, se estará preguntando: ¿qué tiene que ver una cosa con la otra? Le cuento que mucho. Cuando tuve la idea de hacerme a un espacio en internet para desarrollar temas que me apasionaban –vallenato y fútbol-, no imaginé que llegara a escribir sobre personas y/o situaciones que, aun estando en esas dos categorías, despertarán poco mi interés. Peter Manjarres, se convirtió en algún momento de mi vida, en ese artista que por más que hiciera música para el género que me apasionaba, siempre encontró un pero de mi parte. Situación que se fue acrecentando a medida que fue avanzando su carrera, hasta el punto que, al día de hoy, son pocas las canciones de sus últimos CD que suelo escuchar cuando intento desconectarme de la realidad en medio de un par de audífonos y un reproductor de música. Así qué, veo necesario hacer esa pequeña salvedad, por si encuentra en lo que leerá a continuación sobre su más reciente proyecto musical, impresiones sesgadas.

A Peter se le pueden enrostrar sus falencias musicales, pero nunca desconocerle el lograr los objetivos que se propone muy a pesar de ellas. Antes que cantante de Vallenato, el señor Manjarres, es un estratega. No es casualidad que el lanzamiento de su CD haya coincidido con los primeros capítulos que se emiten en horario triple A del Canal RCN, de un modelo de reality muy exitoso en muchos países –Idol Colombia-, donde él es jurado de futuras estrellas de la música y, la exposición y recordación de su imagen se multiplicará. Tampoco es casual que haya escogido para presentar sus canciones en vivo, el día que la selección colombiana de futbol, jugaba uno de sus últimos partidos de preparación antes de debutar en el MUNDIAL; momento propicio para que el entusiasmo que genera el equipo de Pekerman, influyera en el colectivo y contribuyera a hacer más fácil la titánica tarea de llenar el Parque de la Leyenda Vallenata. Y mucho menos podría ser producto del azar, que su proyecto musical haya dejado de ser inédito pocos días antes de la fecha límite que tiene la Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación, para que las producciones que se han hecho en el Vallenato en los últimos doce meses, puedan ser inscritas y así poder optar por el Grammy Latino que ellos entregan. Peter, seguramente, va por la tercera estatuilla que certifique la calidad y éxito de su último CD, sin importar lo que la crítica pueda opinar acerca del mismo.

Hay dos temas sensibles que me gustaría exponer antes de pasar a dar mis apreciaciones sobre lo que decidió ofrecernos Peter en su Mundial. El primero, es referente al sonido. La calidad de lo que suele entregar el caballero en sus producciones musicales, no se discute, es limpia y moderna -otra gran virtud que tiene el señor es la de saberse rodear de excelentes músicos-. Pero, siento que con cada nuevo trabajo, llega un sonido más tecnológico, más plástico. Sí, reconozco que soy conservador en ese sentido, me gustan que los sonidos propios del Vallenato sobresalgan, que no se pierdan entre baterías y artificios de la consola. Y la falla no solo la encuentro con Manjarres, podría decir que a los últimos sonidos que han dejado los productores, se les podría reemplazar el cantante sin llegarse a notar. La ausencia de personas con conceptos diferentes puede ser una causa, o, quizá, que canto y acordeón, se deciden siempre por el mismo productor.

La otra situación tiene que ver con su compañero de fórmula. Sergio Luis, goza de un buen nombre dentro del folclor. De hecho, estoy convencido que sobre sus hombros, recae gran parte de la responsabilidad de lo que bien ofrecen en cada CD y en vivo. Es un artista completo, porque compone, produce y toca el acordeón comercial y también festivalero. Pero, en este trabajo musical, siento que ha llegado al techo de lo que puede ofrecer en esas facetas con Peter Manjarres. Los casi 10 años que lleva a su lado le han servido para adquirir experiencia, pero también, para dejar en el ambiente que su talento está estancado. Prueba de ello es su faceta como compositor. Hace un par de años, sorprendía al mundo Vallenato dejando canciones totalmente diferentes a las que nos tenía acostumbrados con Peter. Igual puede pasar con su acordeón. El rey Vallenato, llegó para reemplazar a un grande como Franco Arguelles, le tocó mantenerse en ese estilo del que no se ha podido o querido mover, me inclino por la primera situación. No me sorprendería si después de pasada la euforia que deja el lanzamiento del nuevo proyecto musical, los dos artistas deciden por mutuo acuerdo, iniciar nuevos proyectos.

Entrados en materia, y después de escucharlo todo el fin de semana, pienso que Peter volvió para traernos un CD propio del estilo que ha venido formándose desde hace 10 años. Estilo al que trató de darle la vuelta en la producción pasada –Bendecido-, incluyendo temas con mayor contenido en letra, pero que al parecer le hicieron alejarse de su público objetivo, el juvenil. En Mundial, encontramos 15 canciones, de las cuales, tres cuartas partes están hechas para llegarle a ese mercado: música de fácil recordación, con temática actual, discotequera, propia de una juventud bastante influenciada en los últimos años por el reggaetón y recientemente por la champeta. Descalificarle por serle fiel a lo que le ha posicionado en la música colombiana, me parece atrevido. Hoy, Manjarres, está donde está por no experimentar y querer revolucionar o evolucionar. No sé cuántas canciones de éstas quedarán en el catálogo histórico de éxitos del Vallenato, pero sí estoy convencido que muchas de esas se repetirán hasta la saciedad en las principales emisoras radiales, llegando con facilidad a posicionarse en bares y discotecas, hasta cuando cumpla el ciclo y sea reemplazada por una nueva, sea de él o de otro artista. Porque si algo sabe hacer muy bien Peter Manjarres, como lo describí en un párrafo anterior, es saberse vender, promocionarse.
Llegado hasta acá, me sigo sintiendo como el cachaco al que mandaron a cubrir el mundial de bola e´trapo. Sí, es Vallenato sobre lo que he escrito, pero me hubiera sentido más contento si Peter me hubiera dado suficientes argumentos musicales para intentar clasificar su CD con detalle. Hoy, he notado que todos hablan de la gesta que bien supo realizar, al llenar en su lanzamiento en vivo, el lugar que tenía como único dueño al señor de la mancha roja. Hoy, vuelvo a confirmar que Peter Manjarres es más que un cantante Vallenato, es un gran estratega artístico, desbordándome en elogios, diría que es de talla mundial.


También me puedes leer en twitter: @dobleZZeta – www.doblezzeta.co

Las opiniones expresadas en este articulo son de exclusiva responsabilidad del autor y no reflejan,necesariamente, los puntos de vista de ElVallenato.com

Mas Noticias